El metalúrgico e inventor inglés, Alexander Parkes fue la primera persona que logró producir plástico en un laboratorio a mediados del siglo XIX, y le llamó parkesina. Este compuesto se moldeaba fácilmente, era resistente y duradero pero presentaba un costo de fabricación elevado y una fórmula química imperfecta. A finales del siglo XIX, se desarrolló por Hyatt de Wesley, un plástico derivado de celulosa y alcanfor alcoholizado. Posteriormente, a principios del siglo XX se sintetiza un compuesto llamado baquelita, en honor a su inventor: Leo Baekeland. Las características de durabilidad, facilidad de manipulación y baja inflamación lo convirtió en un material que se utilizó para elaborar: joyas, artículos para construcción, instrumentos científicos, paquetería, automóviles, aviones, etc. El uso incrementó de modo exponencial. Con el mejoramiento de las formulas químicas que dieron origen a: el catalin, el plexiglás, el teflón, el nailon, el ABS, la espuma de poliestireno o el lexan entre otros.
Aunque algunos plásticos pueden ser naturales, la mayoría son sintéticos y son elaborados a partir de compuestos derivados del petróleo, el gas natural o el carbón. El plástico está compuesto por polímeros de resinas y sustancias que se moldean por diferencias de presión y temperatura. Los cuatro tipos de plástico principales son:
- Polietileno (PE) que sirve para elaborar bolsas de plástico, láminas y películas de plástico, contenedores, microesferas de cosméticos y productos abrasivos.
- Polyester (PET) que se utiliza para elaborar botellas, envases o ropa.
- Polipropileno (PP) que sirve para crear electrodomésticos o las piezas de los vehículos (automóviles, aviones, etc.).
- Cloruro de polivinilo (PVC) que se usa para tuberías, válvulas, ventanas.
El consumo de bienes y servicios por parte de la población humana se ha incrementado en los últimos 100 años. La sociedad nos presiona para destacar sobre los demás y la mercadotecnia nos seduce, indicando cuales son los productos (perfumes, joyas, vestidos, etc.) que debemos utilizar en función del rol social que desempeñemos. Así, se produce un consumo que muchas veces va más allá de las necesidades. Muchos de esos productos o parte de ellos están fabricados de plástico.
Actualmente, la producción mundial de plásticos es de alrededor de 500 millones de toneladas anuales, en México se producen más de 7 millones de toneladas. Estos materiales son usados para fabricar: envases, tapas, cubiertas, envolturas, etc. De estos, casi el 50 % es usado para envases y embalajes. El inconveniente es que, cuando dejan de ser útiles son colocadas en el basurero, convirtiéndose en un gran problema dado qué, estos materiales se acumulan porque requieren decenas o cientos de años para desintegrarse.
Los residuos plásticos se pueden clasificar en función de su tamaño en: 1) macroplásticos (<5mm) que comúnmente, se observan en las playas, flotando en el agua e incluso en las zonas más profundas del mar, especialmente porque los mares y océanos son los receptores de gran parte de la basura generada; y 2) los microplásticos que son fragmentos con dimensiones inferiores a 5 mm, que pueden proceder de la fragmentación de trozos grandes o pueden haber sido fabricados con esas dimensiones, como corresponde a las microesferas presentes en productos de higiene y limpieza (exfoliantes, pastas de dientes o detergentes).
Los macroplásticos (bolsas, popotes, vasos) pueden lesionar los cuerpos de: peces, aves, reptiles y mamíferos o disminuir su capacidad locomotora, respiratoria o digestiva. Por su parte, los plásticos diminutos pueden ser ingeridos por los organismos, provocando bloqueos gastrointestinales, respiratorios y alteraciones en sus patrones de movimiento, alimentación y reproducción entre otros. Además de qué, en caso de ser ingeridos, se pueden transferir a otros eslabones de la cadena alimentaria e incluso pueden llegar a la mesa de los humanos.
Este problema ha generado medidas para atenuarlo en varios países, incluso en Mexico, se han emitido leyes para prohibir o regular el uso de plásticos en casi toda la república. Sin embargo, esto parece insuficiente, porque en nuestro país existe poco respeto por las leyes o bien porque el poder judicial falla. Más allá de estas medidas, es urgente que la población humana se concientice y participe activamente, disminuyendo el consumo, reciclando materiales plásticos y difundiendo la relevancia de estas acciones.