Veracruz ha sido protagonista clave en la confirmación del Estado nacional, la negritud ha sido esencial en la conformación de nuestra cultura y en los anhelos de libertad del pueblo mexicano.
En medio de un gran desfile de la negritud y un alegre bailongo amenizado por el popular grupo de Merenglass, y en el marco de la gran estatua del negro Yanga, en el municipio del mismo nombre, el secretario de Gobierno Éric Cisneros presentó su más reciente libro, La negritud en Veracruz, de Coyolillo a Sotavento, concebido para contribuir a la visibilidad de la cultura afrodescendiente y a la lucha por alcanzar plenos derechos en esta entidad federativa y en el país.
Con la participación de contingentes provenientes de más de 50 municipios del largo territorio veracruzano, provistos de carros alegóricos, bandas escolares, botargas, bailables de la negritud, atuendos coloridos, máscaras de la vistosa parafernalia carnavalesca, por más de 2 horas y media desfilaron cerca de 6 mil personas festejando la cultura afrodescendiente que está enraizada en la cultura y el folclor veracruzanos.
En ningún otro estado de la República, ni en Guerrero, en Oaxaca o en Coahuila, donde hay grandes poblaciones afrodescendientes, se está desarrollando un movimiento de reivindicación de la negritud como en Veracruz, gracias a las acciones y a las propuestas del Srio de Gobierno, Éric Cisneros Burgos. Así opinó la Senadora Susana Harp al presentar el nuevo libro que dio a conocer Éric Cisneros en Yanga, primer territorio libre de América. La propuesta principal de este nuevo texto es hacer visible la segunda raíz que conforma a nuestra nación, la afrodescendiente, y por ello felicitó al autor, dado que la invisibilidad es la peor forma de discriminación.
Para Ramón Glass, director del grupo musical mexicano-dominicano Merenglass, en este libro están contenidos los 4 pilares de la afromexicanidad, i) ser raíz del bagaje cultural, de emociones, de preparación mental que conforma nuestra cultura americana; ii) la lucha por la libertad que nació aquí en Yanga y que se expandió a todo el continente; iii) el acervo cultural, musical, de la danza y gastronómico, que se generó por la presencia y lucha de los esclavos africanos; y, iv) la visibilidad que se debe hacer presente en la alegría, lo que hacemos y dejamos de legado 2.5 millones de mexicanos y los 260 mil veracruzanos con raíces afrodescendientes.
Por su parte el autor destacó que si Veracruz ha sido protagonista clave en la confirmación del Estado nacional, la negritud ha sido esencial en la conformación de nuestra cultura y en los anhelos de libertad del pueblo mexicano. Los negros no queremos derechos especiales o trato privilegiado, sino igualdad de derechos, comentó. Hemos sido invencibles en 503 años; el negro baila, canta, se divierte, zapatea. Convirtió sus condiciones de esclavo en cultura, bailó arriba de una chalupa, creó en instrumento musical una quijada de burro o un cajón, desarrolló productos culinarios hoy muy apreciados a partir de visceras y otros deshechos que sus amos les dejaban para sobrevivir.
No podemos permanecer ocultos, continuó el Secretario de Gobierno, nunca se había hecho esta cruzada por la negritud, por conservar la identidad de nuestros orígenes para seguir siendo humanistas y ser la vena de unión entre veracruzanos y mexicanos. Y esta cruzada debe seguir vinculada al otro gran propósito nacional de acabar con las injusticias y lograr un Estado de Bienestar que incluya a todos.
Esta fiesta-conmemoración y presentación del libro La negritud en Veracruz, de Coyolillo al Sotavento, representa un hito entre la cultura y la política en el gran contexto de la regeneración nacional que estamos viviendo.
