Elena Garro,el chivo expiatorio de los poderosos

2 de octubre de 1968- 2 de octubre de 2025.

El 2 de octubre no se olvida, como tampoco olvidamos que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz orquestó una farsa para eliminar de la arena política, social y cultural a Elena Garro.

En 1965, la autora de Los recuerdos del porvenir (1963) se unió al movimiento del político Carlos Alberto Madrazo Becerra en busca de democracia, en contra de la dictadura del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que permanecía en el poder en México desde 1929.

Esta vez su rebeldía en contra del statu quo la lanzó a un exilio mucho más cruento al que había padecido en 1959. En México vivió a salto de mata después del 2 de octubre de 1968, a raíz de la masacre del movimiento estudiantil en Tlatelolco. El régimen del presidente Gustavo Díaz Ordaz perpetró la matanza en la Plaza de las Tres Culturas y su gabinete acusó falsamente a Madrazo y a la escritora de encabezar un complot comunista para derrocar al gobierno, con el propósito de eliminarlos de la arena política. 

Los seguidores de Carlos Alberto Madrazo le habían exigido fundar el partido Patria Nueva, para terminar con la autocracia priista. Esta petición que iba a formalizarse en la Asamblea Nacional de la Patria Nueva en septiembre de 1968, no pudo fructificar. Madrazo se perfilaba como el candidato para las elecciones presidenciales de 1970 abanderado por Patria Nueva, y el PRI vio en el político tabasqueño una amenaza a su estabilidad. 

Dentro del contexto de la Guerra Fría y bajo el régimen totalitario de Díaz Ordaz y sus funcionarios, el programa reformador de Madrazo se canceló el 2 de octubre de 1968, con la erradicación violenta de cualquier proceso democrático.

El grupo en el poder anuló a Madrazo el 4 de junio de 1969 mediante un crimen de Estado; colocó una bomba en el avión en el que viajaba con su esposa, de la capital del país a Monterrey.

Desde el exilio en España, Garro le comentó a Gabriela Mora:

Yo te juro que Echeverría es un asesino. No entiendo su saña. Una vecina de Nueva York cuando veía cómo nos llamaban por teléfono desde México, me repetía: “Elena, usted debe saber algo muy obvio y de lo que no se ha dado cuenta y por eso la persiguen así”. Busco y busco y no encuentro cuál es el secreto que me pone en la mira de ese criminal. Tal vez sólo sea el asesinato de Carlos Madrazo, pues él sabe que yo sé que él lo mató.1

La oligarquía política, económica e intelectual no desactivó a Elena Garro de la misma manera que lo hizo con Madrazo, a ella la “asesinó” a través de un montaje prefabricado, ya que Díaz Ordaz y su administración construyeron una leyenda negra en contra de la defensora de los derechos humanos. En su papel de escritora y periodista había revelado la corrupción del Estado, los crímenes y despojos hechos a los campesinos, la violencia de género y la impunidad. Elena Garro fue el chivo expiatorio de la tiranía del gobierno de Díaz Ordaz, pues, además, la acusó de haber denunciado a los intelectuales afiliados al movimiento estudiantil. Sin embargo, la mentira salta a la vista, ya que el movimiento no era una organización clandestina, sino abierta a la opinión pública, y sus participantes se denunciaban con su presencia en los mítines y en las manifestaciones. La Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía secreta del Estado, ya tenía en su posesión los nombres de los involucrados en el movimiento rebelde y no precisaba de las supuestas “denuncias” de la autora. 

La masacre de Tlatelolco, 2 de octubre de 1968

El sistema autocrático necesitaba erradicar a todos los disidentes del régimen opresor, y lo hizo mediante el derramamiento de sangre, la mentira y la propaganda perversa y alevosa, como suelen hacerlo los potentados que utilizan todas las armas a su disposición para engañar al pueblo. A la farsa gubernamental se unieron los intelectuales para seguir recibiendo prebendas del erario, entre ellos Octavio Paz, quien se alineó al gobierno de Luis Echeverría Álvarez.2

Ante las amenazas de muerte y la persecución policiaca, Elena Garro fue forzada al exilio y huyó, junto con su hija Helena, a Nueva York (1972-1974), posteriormente a España (1974-1981) y después a París (1981-1993).

En el verano de 1993, las dos Elenas regresaron a México, en donde la escritora volvió a vivir exiliada. Falleció el 22 de agosto de 1998.

El poema “La culpa” nació cuando elaboraba la segunda edición de El asesinato de Elena Garro, un volumen que apareció en 2014, precedido por la edición de 2005, una publicación incompleta.

Hoy rescato “La culpa” para recordar la lucha de Elena Garro en contra de la autocracia, las injusticias, la corrupción y la impunidad. Los “recuerdos del porvenir” siguen vigentes en México.  

Elena Garro desde la mirada de Isabel Torres (diciembre de 2017) (Inédito)

LA CULPA

Después de muchos días oscuros,
vendrá uno sereno.
Tibulo

Ay, Elena,
tú dijiste: la culpa es de los tlaxcaltecas.
Ellos te culparon a ti
por los muertos de Tlatelolco.

Ay, Elena,
tú defendiste a Felipe Ángeles
a los indios olvidados
a las mujeres silenciadas.
Ellos sepultaron a los héroes del pueblo,
negaron las semanas de colores
y ocultaron los cuerpos de las violentadas.

Ay, Elena,
franca y sincera
desobedeciste las leyes del falso pudor.
Ellos, hipócritas,
levantaron los dedos y señalaron,
afilaron las lenguas y su veneno,
agrio de podredumbre, te condenó
en tu habitación parisiense repleta de alquitrán.

Ay, Elena,
según las malas lenguas fuiste espía
de las “cabezas bien pensantes”.
Ellos intervinieron tu teléfono,
te amenazaron con bombas
y desde la DFS hasta la misma CIA
acecharon alevosos tus movimientos.

Lo increíble es lo verdadero
concluyeron Laura y Nachita:
la culpa es de los traidores.

Ya verás, Elena,
el tiempo del puente de Cuitzeo
algún día te concederá la razón:
la culpa sigue siendo de los tlaxcaltecas.

Patricia Rosas Lopátegui


Notas:

1. Garro, Elena. “Carta a Gabriela Mora. Madrid, 1 de julio de 1974” (véase en Rosas Lopátegui, Patricia. Elena Garro sin censura. México: Gedisa, 2023, p. 618).

2. Véanse esos temas en los libros de Rosas Lopátegui, Patricia. El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica. Monterrey: Universidad Autónoma de Nuevo León, 2a ed. aumentada, 2014, y en Diálogos con Elena Garro. Entrevistas y otros textos. México: Gedisa, 2020, vols. 1 y 2.

Patricia Rosas Lopátegui
Patricia Rosas Lopátegui
Nació en Tuxpan, Veracruz (1954). Actualmente es profesora de literatura mexicana en Chicana y Chicano Studies (CCS), en la Universidad de Nuevo México (UNM). Ha publicado la biografía de Elena Garro en tres volúmenes: Yo sólo soy memoria. Biografía visual de Elena Garro (Ediciones Castillo, 1999); Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (Ediciones Castillo, 2002) y El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica (Editorial Porrúa, 2005). Compiladora y autora de Yo quiero que haya mundo... Elena Garro 50 años de dramaturgia (Editorial Porrúa, 2008); coordinadora y autora de la “Introducción” de Elena Garro. Obras reunidas II. Teatro (FCE, 2009); coordinadora y autora de la “Advertencia” de Elena Garro. Obras reunidas III. Novelas (FCE, 2010). Asimismo compiladora y autora de dos antologías: Transgresión femenina. Estudios sobre quince escritoras mexicanas (1900-1946) (Floricanto Press, 2010) y de Óyeme con los ojos. De Sor Juana al siglo XXI. 21 escritoras mexicanas revolucionarias (UANL, 2010, 2 vols.). Como parte de su labor para recuperar a escritoras mexicanas rezagadas ha publicado Nahui Olin: sin principio ni fin: Vida, obra y varia invención, en donde se reúne la obra poética de Carmen Mondragón (UANL, 2011), y las Obras completas de Guadalupe Dueñas que contiene los trabajos publicados e inéditos de la autora jaliscience (FCE, 2017; 2023). Publicó la segunda edición aumentada de El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica, un significativo volumen de 1090 páginas, con un acervo fotográfico de 100 imágenes, que recogen los artículos, entrevistas y reportajes de Elena Garro (UANL, 2014). Para celebrar el centenario del nacimiento de Elena Garro (1916-2016) dio a conocer su poesía en Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro (UANL, 2016). Dos años más tarde, La Moderna, editorial con sede en Cáceres, Extremadura, publicó Cristales de tiempo en España. También es autora y compiladora de Diálogos con Elena Garro. Entrevistas y otros textos (Editorial Gedisa, 2020, 2 vols.). Su interés por reconocer las innovaciones de diez escritoras mexicanas del siglo XX, la llevó a conformar la serie Insurrectas. De esta colección ya se encuentran en librerías Nahui Olin. El volcán que nunca se apaga y Antonieta Rivas Mercado. Torbellino de voluntades (Editorial Gedisa, 2022), así como Nellie y Gloria Campobello. El fuego de la creación y El fuego de la creación continúa (Editorial Gedisa, 2023, 2 vols.), y Guadalupe Dueñas. Artífice de la palabra (Editorial Gedisa, 2025). Sus trabajos más recientes en torno a la obra de Elena Garro son: Elena Garro sin censura. Obra inédita: guionismo cinematográfico, diario, dramaturgia, narrativa, memorias, investigación, epistolario, traducción (Editorial Gedisa, 2023) y A misustituta en el tiempo. Poesía de Elena Garro (Editorial Gedisa, 2024).
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