Conquista De Alaska Por Los Novohispanos

En 1867, Rusia la vendió a Estados Unidos por 7’200,000 dólares, y en 1959 fue incorporada como Estado a la Unión Americana.

Conocemos muy poco sobre los acontecimientos de la época en que el México actual perteneció a España como virreinato de ese país. Una vez que el despistado Cristóbal Colón creyó llegar a las Indias, el Papa Alejandro VI, de origen español (Borja o Borgia), concedió en 1493 dividir al mundo conocido en dos propietarios: España (Castilla) y Portugal, por la llamada Línea Alejandrina, un meridiano imaginario.

   En vista de lo anterior, España alegaba propiedad en todo el continente conocido hoy como América aun cuando no estaba totalmente explorado, y que el resto de los países europeos no deseaban respetar. Los rusos merodeaban en América de Norte, desembarcaron y fundaron establecimientos en las costas de California norte y fueron combatidos por los españoles; y para el último tercio del siglo XVII, se había despertado gran interés en los rusos e ingleses por el noroeste del continente.

   Enterada la corte española de las exploraciones rusas, giró órdenes al virrey Bucareli en 1773 para que enviase a reconocer la costa norte de California y, de encontrar establecimientos de rusos, arrojarlos del país aun por la fuerza.

Juan Francisco de la Bodega y Quadra

   Conforme a las órdenes, se realizaron tres expediciones en 1774, 1775 y 1779, que partieron del puerto de San Blas. El capitán Juan Pérez exploró la costa del norte hasta el grado 56 sin encontrar a los rusos. A Nutka lo nombró San Lorenzo, a la isla de la reina Carlota, Isla de la Margarita, y así sucesivamente, nombres que no permanecieron.

   Bruno de Ezeta partió en 1775 acompañado de otro barco que comandaba Juan Francisco de la Bodega y Cuadra, y llegó hasta el grado 58, tomando posesión a nombre de España y plantando cruces en la tierra. Lo mismo hicieron en 1779 Ignacio Arteaga y de nuevo Bodega y Cuadra, llegando hasta el grado 61 y recogiendo interesantes datos científicos y naturales.

   Pocos años después, el conde de la Peyrouse, dio noticia cierta de la existencia de cuatro establecimientos rusos al norte de los españoles, lo que dio lugar a otras tres expediciones novohispanas en 1788, 1790 y 1792, La primera, al mando de Esteban José Martínez, y Gonzalo Gabriel López de Haro, comprobó en Onalaska la existencia de establecimientos rusos, que llevaban veinte años de residencia.  Martínez renovó solemnemente la toma de posesión de las actuales costas de Alaska, a nombre de España.

   La segunda expedición, en 1790, se componía de una flotilla formada por la fragata “Concepción”, el paquebote “San Carlos” y la balandra “Princesa Real”, y tenía por objeto fundar un establecimiento en Nutka, puerto de una pequeña isla, junto a la de Vancouver, al poniente. El jefe de la expedición, Francisco Eliza, construyó en el sitio algunos edificios y envió a los oficiales que lo acompañaban a explorar la costa, tomar posesión de ella y levantar planos. Salvador Fidalgo reunió importantes datos sobre la declinación magnética. Habiendo permanecido en el norte desde el 4 de marzo, regresó a San Blas el 24 de octubre.

   En mayo de 1791, el virrey Revillagigedo, por orden del rey hispano, envió en otra expedición científica a las goletas Sutil y Mexicana en busca de un estrecho que comunicara las bahías de Hudson y Baffins. La expedición, al mando de los capitanes Dionisio Galiano y Cayetano Valdés, zarpó de Acapulco el 9 de marzo de 1792, llegó a Nutka y reconoció las costas “en compañía de los ingleses de la expedición” (Cfr. Orozco y Berra en “Apuntes para la Historia de la Geografía en México”), que se llamó de Vancouvert, se levantaron planos y regresaron a San Blas el 23 de noviembre.

Vista del puerto de Nutka.

   Sin embargo, no duró el establecimiento español en Nutka, La solicitaban los ingleses, rusos y norteamericanos; a estos últimos se les capturó la fragata “Columbia” y la balandra “Washington”. Los gobiernos de España e Inglaterra estaban a punto de romper relaciones, hasta que por convenio celebrado el 11 de enero de 1794, se pactó que el establecimiento de Nutka sería entregado a los ingleses, pero que después de la entrega éstos lo abandonarían también. Ambas potencias se comprometieron a impedir que otra nación se apoderase del litoral. El coronel José Manuel de Álava, hizo demoler las fortificaciones y almacenes españoles, se enarboló la bandera inglesa y fue arriada poco después. Las embarcaciones se hicieron a la vela, quedando Nutka casi olvidada y a merced de los rusos, que la ocuparon posteriormente,

   En 1867 Rusia la vendió a Estados Unidos por 7’200,000 dólares, y en 1959 fue incorporada como Estado a la Unión Americana.

   En este extraño convenio, nunca imaginaron la riqueza en oro, carbón, cobre, plata y petróleo que poseía la desolada península, en cuyo descubrimiento y exploración participaron los mexicanos de la Nueva España.

María Luisa Herrera Casasús
María Luisa Herrera Casasús
Licenciada en historia de arte. Historiadora y escritora de los libros “Entorno mágico de la Huasteca”, “Raíces africanas en la población de Tamaulipas”, “Intento de colonización en la Sierra de Malinchen del actual territorio de Tamaulipas por don Benito Antonio de Castañeda, alcalde mayor de Pánuco y Tampico”, “Presencia y esclavitud del negro en la Huasteca” y “La colonización del noreste: Indios y encomenderos del siglo XVII”. Cronista de Tampico Alto. Colaboradora del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Desde 1980 es investigadora de la historia de la Huasteca durante la Colonia. En mayo de 2019 recibió la medalla Capitán Alonso de León en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
spot_img
spot_img

Artículos Recientes

MÁS DEL AUTOR