El Salón de la Plástica Mexicana exhibe Dualidades, opuestos complementarios y Tributo a Rufino Tamayo

En el marco del 75 aniversario del Salón de la Plástica Mexicana (SPM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), se llevó a cabo la inauguración de las exposiciones Dualidades, opuestos complementarios y Tributo a Rufino Tamayo, ambas integradas por obras de miembros del SPM.

La coordinadora general del SPM, Cecilia Santacruz, comentó que Dualidades, opuestos complementarios es una exposición que se centra en la dualidad. Del latín dualitas, es un término que señala la existencia de dos fenómenos o caracteres opuestos en una misma persona o estado de cosas.

“Más aún, dentro de la filosofía y la teología, se refiere a las doctrinas o corrientes que postulan la existencia de dos principios supremos independientes, antagónicos e irreductibles. Es decir, es aquello que, aunque opuesto y de naturaleza contraria, forma parte de un todo indivisible, y su existencia, tomemos como ejemplo la luz, no puede explicarse sin su contraparte, es decir, la oscuridad”.

Añadió que este extraordinario e interminable juego de fuerzas antagónicas dan origen a la muestra que explora el infinito universo de posibilidades que surgen a partir de la unión de los opuestos. Bien y mal, femenino y masculino, día y noche, etcétera.

Integrada por más de 30 piezas, con sugerentes propuestas en escultura, pintura y técnicas mixtas, da cuenta de la profusa sensibilidad y las diversas aproximaciones estéticas de los artistas del SPM en torno a este tema, tan rico en interpretaciones.

Por otra parte, Tributo a Rufino Tamayo rinde homenaje al pintor y muralista oaxaqueño, miembro fundador del SPM y uno de los más importantes representantes del arte mexicano del siglo XX.

Fue un artista que pudo conjugar su herencia mexicana con el arte prehispánico y las vanguardias internacionales, en piezas marcadas por el color, la perspectiva, la armonía y la textura. Pintó más de mil 300 óleos, retratos, naturalezas muertas y realizó 465 obras gráficas, como litografías y mixografías, 350 dibujos, 20 murales, así como un vitral.

Tributo a Rufino Tamayo está integrada por 30 obras en diversas técnicas. El pintor se autodefinió como pintor expresionista. Interesado en las vanguardias, exploró diversas corrientes como el surrealismo, modernismo, cubismo, entre otras. Creó una nueva figuración basada en las formas prehispánicas y en la estética indígena, y en su obra plasma los colores de México, de sus frutas, las texturas de la tierra y la gama cromática de la propia naturaleza. También reinterpretó la cosmogonía de los pueblos originarios, creó su propio universo y recreó ritmos y movimientos de la música.El Salón de la Plástica Mexicana se ubica en Colima 196, colonia Roma. Abierto de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 h.

En el marco del 75 aniversario del Salón de la Plástica Mexicana (SPM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), se llevó a cabo la inauguración de las exposiciones Dualidades, opuestos complementarios y Tributo a Rufino Tamayo, ambas integradas por obras de miembros del SPM.

La coordinadora general del SPM, Cecilia Santacruz, comentó que Dualidades, opuestos complementarios es una exposición que se centra en la dualidad. Del latín dualitas, es un término que señala la existencia de dos fenómenos o caracteres opuestos en una misma persona o estado de cosas.

“Más aún, dentro de la filosofía y la teología, se refiere a las doctrinas o corrientes que postulan la existencia de dos principios supremos independientes, antagónicos e irreductibles. Es decir, es aquello que, aunque opuesto y de naturaleza contraria, forma parte de un todo indivisible, y su existencia, tomemos como ejemplo la luz, no puede explicarse sin su contraparte, es decir, la oscuridad”.

Añadió que este extraordinario e interminable juego de fuerzas antagónicas dan origen a la muestra que explora el infinito universo de posibilidades que surgen a partir de la unión de los opuestos. Bien y mal, femenino y masculino, día y noche, etcétera.

Integrada por más de 30 piezas, con sugerentes propuestas en escultura, pintura y técnicas mixtas, da cuenta de la profusa sensibilidad y las diversas aproximaciones estéticas de los artistas del SPM en torno a este tema, tan rico en interpretaciones.

Por otra parte, Tributo a Rufino Tamayo rinde homenaje al pintor y muralista oaxaqueño, miembro fundador del SPM y uno de los más importantes representantes del arte mexicano del siglo XX.

Fue un artista que pudo conjugar su herencia mexicana con el arte prehispánico y las vanguardias internacionales, en piezas marcadas por el color, la perspectiva, la armonía y la textura. Pintó más de mil 300 óleos, retratos, naturalezas muertas y realizó 465 obras gráficas, como litografías y mixografías, 350 dibujos, 20 murales, así como un vitral.

Tributo a Rufino Tamayo está integrada por 30 obras en diversas técnicas. El pintor se autodefinió como pintor expresionista. Interesado en las vanguardias, exploró diversas corrientes como el surrealismo, modernismo, cubismo, entre otras. Creó una nueva figuración basada en las formas prehispánicas y en la estética indígena, y en su obra plasma los colores de México, de sus frutas, las texturas de la tierra y la gama cromática de la propia naturaleza. También reinterpretó la cosmogonía de los pueblos originarios, creó su propio universo y recreó ritmos y movimientos de la música.El Salón de la Plástica Mexicana se ubica en Colima 196, colonia Roma. Abierto de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 h.

Editorial Praxis
Editorial Praxis
Revista de Cultura y Medio Ambiente.
spot_img

ARTÍCULOS DESTACADOS

Más del autor