La fragata “Ignacio Allende” de la Fuerza Naval del Golfo atracada en Tuxpan Veracruz, fue noticia internacional en 1978 cuando surcaba las aguas profundas del océano Pacífico, como Destructor de la Marina de Estados Unidos. Ese año fue atacado por un monstruo marino; el monstruo más grande que cualquiera de las historias y leyendas de mar, narran en todos los tiempos.
La fragata “Allende” en aquel entonces, Destructor clase Knox, fue uno de los buques de guerra estadounidense más grandes con funciones de escolta antisubmarinos, con la denominación USS Stein (FF-1065).
La embarcación, ese año, fue atacada por las garras de una bestia que emergió de las profundidades del misterioso océano, como un cuerpo alienígena, como Kraken, el enigmático monstruo submarino de la mitología escandinava, que alimentaba los cuentos y las leyendas de terror de barcos y marineros de ultramar. Kraken fue precisamente un calamar, pero no tan grande como el que detectó el sonar del USS Stein, hoy fragata “Allende”.

Kraken el enigmático monstruo submarino de la mitología escandinava, alimentaba los cuentos y las leyendas de terror de marineros, quienes contaban, se tragaba barcos enteros.
El monstruo submarino que atacó al buque de guerra, surgió como el “Leviatán” de la Biblia, un animal inmenso con grandes tentáculos.
El reporte del USS Stein dice que el monstruo dejó grabadas en la cúpula del sonar, sus enormes garras curvas.
Los daños en la cúpula del sonar USS Stein, no se debieron al desgaste habitual, ni a una colisión con un objeto inanimado. En cambio, la cúpula estaba cubierta de arañazos y hendiduras profundas.
La investigación descubrió que el ataque se efectuó por un calamar de dimensiones muy superiores a los que registra la literatura científica, y que en las profundidades marinas especies como ésta, representan un misterio todavía; además de que al emerger estás y percibir algún peligro, actúan con toda su ferocidad, lo que vuelve real los cuentos de marinos que desde tiempos remotos narraban como estos monstruos marinos se tragaban barcos enteros entre el oleaje oceánico, generando un sin fin de historias de terror en las profundidades marinas, y las extensas aguas de los océanos.

La fragata que lleva el nombre de nuestro héroe de la lucha de independencia, Ignacio Allende, atracada en los muelles de la “Fuerza Naval del Golfo y Mar Caribe” en Tuxpan, Veracruz, recientemente fue nota periodística por un incendio por corto circuito en su interior durante las operaciones de desmantelamiento de que es objeto luego de cumplir su ciclo activo, primero con la Marina de Estados Unidos durante la ” guerra fría”, y últimamente con la Marina Armada de México, donde fue parte de la flota que sirvió como escudo naval de la soberanía nacional, pero el tiempo la desfasó, y está prácticamente en desguace.

La fragata Allende en su etapa como Destructor estadounidense estaba equipada con un cañón de 127 mm, 4 ametralladoras de 12.7 mm, misiles Sea Sparrow, y sus dimensiones son:
- Eslora 133.50 m
- Mango 14.29 m
- Calado 4.72 m
La ARM Allende (F-211) fue votada en el mar en 1970, y sirvió hasta 1992 en la marina estadunidense, para después incorporarse a la Marina de México.
Ahora está siendo preparada para su hundimiento posterior.
Este buque de guerra que enorgulleció a la Fuerza Naval del Golfo y a Tuxpan donde tenía su base, se extingue, pero quedan sus historias y leyendas marina: Su encuentro con el monstruo submarino en el Pacífico es parte de su bitácora, y de la historia marina del puerto de Tuxpan. Nadie en esta localidad de la huasteca se imagina que uno de los barcos amarrados en sus muelles fue atacado por una bestia, una de las más grande que los de los cientos de historias de barcos y marinería se cuentan en la literatura y la memoria colectiva.
