La Batalla de Ébano

Ébano era un enclave petrolero con inversiones del magnate Eduardo Doheny, quien había adquirido grandes extensiones de tierra para la búsqueda y explotación de petróleo, ubicándose allí el primer pozo productivo en el país al iniciar el siglo XX.

México vivió en los primeros decenios del siglo XX , convulsiones debido a una serie de choques armados por desavenencias entre grupos por motivos políticos y sociales, que hicieron de  la vida cotidiana un caos, frenando su desarrollo hasta que surgieron las instituciones que dieron relativo sostén para acercarse  a mejores niveles de su economía y seguridad.

El punto de partida del desequilibrio fue la negativa de Porfirio Díaz a dejar el poder, como lo había declarado ante un periodista , declaración que alentó la lucha por ese poder por la vía democrática.  Al no sostener su palabra, surgió un movimiento armado llamado Revolución Mexicana impulsado por Francisco I. Madero en 1910 y que fructificó hasta mayo del siguiente año al caer la plaza de Cd. Juárez  en manos rebeldes  y  renunciando el dictador, quien se exilió  a fines de ese mes de manera  decorosa.

Madero, una vez que hizo su triunfal entrada a la capital , se organizaron elecciones  y como era de esperarse, ganó la presidencia , y poco después de un año en el poder, sobrevino la llamada Decena Trágica que lo obligó a presentar su renuncia.  Fue víctima de un cuartelazo de quien le debía lealtad institucional, Victoriano Huerta , cayendo  asesinado camino a la prisión en febrero de 1913, lo que convirtió  en campos de batalla a varias ciudades y regiones del al  país.

Los seguidores de Madero no aceptaron al nuevo gobierno y  decidieron  combatir al militar que había asumido el poder  de acuerdo a las normas constitucionales, pero bajo la sombra de la traición.

Venustiano Carranza - EcuRed

En este momento, nace el Ejército Constitucionales liderado por Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila,  que se negó a reconocer al nuevo Presidente iniciándose la lucha armada con la base formal  en el Plan  de Guadalupe , firmado por prominentes hombres  en marzo de 1913. Con ello, se inicia la lucha armada por la reivindicación de la Constitución contra el ejército que sostenía a Huerta , librándose memorables combates como el de Torreón y finalmente el que definió el triunfo de esa rebelión en Zacatecas , a fines de junio de 1914, lo que obligó a Huerta a escapar , con el apoyo de Alemania.

Antes de caer Zacatecas, Francisco Villa que encabezaba la poderosa División del Norte, ya había sido sancionado por Venustiano Carranza al insubordinarse a sus órdenes y a la vez, dando de baja como subsecretario de Guerra al general Felipe Ángeles,  fiel seguidor de Villa y pieza clave para el triunfo en Zacatecas.  Todos los jefes  seguidores de Villa fueron  boletinados como insubordinados porque, Carranza con fino olfato político,  había vislumbrado que Villa quería apoderarse del movimiento Constitucionalista con base en sus éxitos militares y enorme popularidad.

Ante esta fractura del movimiento , Carranza una vez conquistada la capital del país y firmados el Tratado de Teoloyuca, asumió como encargado la presidencia del país,  promovió la organización de la  llamada Convención de Aguascalientes, invitando a los líderes de los diferentes grupos armados y a intelectuales , incluyendo a Villa y a Emiliano Zapata, pero en lugar de aglutinar a los convencionistas hacia un programa político-social unificador ya redactado, sobrevino un rompimiento entre ellos, formándose dos grupos antagónicos :  el  Constitucionalista y en contra,  el  Convencionista, èste liderado por Villa, a cuyo lado se pasó el grueso de los combatientes de los diferentes grupos armados y en especial, los   que lo había llevado a sus memorables triunfos, incluyendo a Felipe Ángeles;   no así Maclovio Herrera que siguió fiel a Carranza. Ello originó cruel venganza de Villa sobre familiares de aquél .

Este fue el antecedente inmediato a los combates que se escenificaron en varios puntos clave del país, siendo los más representativos  los efectuados en León , Celaya y en Ébano.

De los dos primeros campos existe suficiente información,  pero no así de Ébano, San Luis Potosí, coincidiendo  ellos en que el triunfo final del Ejército Constitucionalista se debió al certero manejo de la estrategia, cuyo valor resultó  más poderoso que la fuerza bruta de las acometidas villistas y  su valor .  La perspicacia de Carranza , la solidez de su voluntad que garantizó  la unidad , más los valiosos apoyos de los generales Álvaro Obregón y Pablo González, consolidaron al movimiento unificador cuyo fruto más valiosos fue el ambiente propicio para integrar a un Congreso Constituyente, años después.

LA BATALLA DE ÉBANO

Una vez rotas las hostilidades entre Carranza y Villa , –lucha de caudillos– el paso siguiente era el control de las plazas clave del país y su defensa. Una de ellas era Tampico, en la costa del Golfo de México , puerto con dinámico movimiento económico y comercial cuya población había pasado de 10 mil a 100 mil personas en sólo una década, señal del atractivo que ofrecía la industria del petróleo , poseyendo  refinerías cerca de la costa y puerto de embarque que  derivaba un movimiento industrial poco visto en el país.

Francisco Villa porta camisa y corbata, retrato | Mediateca INAH

Tampico, era pues, el objetivo del ejército de Francisco Villa, al reconocer su importancia como fuente de ingresos por su aduana, las contribuciones forzadas a que se obligaría a los magnates del petróleo , centro de abastecimiento y comunicaciones por el ferrocarril a San Luis Potosí , Monterrey y por la vía marítima ;  en síntesis, plaza con dominio y control del noreste del país.

En el momento de la planeación de la toma de Tampico, ya el ejército villista controlaba San Luis Potosí, entre otras regiones del centro, pero a la vez, ante el mapa de las regiones Carranza ya pronosticaba las plazas que intentaría tomar Villa, por lo que se apresuró a oponer resistencia , en este caso, la defensa del puerto , encontrando un punto ideal de contención en Ébano, a 60 kilómetros de Tampico por la vía férrea.

Así se vivieron las batallas de la Revolución Mexicana en Sinaloa - El Sol  de Sinaloa | Noticias Locales, Policiacas, sobre México, Sinaloa y el Mundo

El primer intento villista para el propósito señalado,  se   realizó a fines de 1914 ; al frente de la defensa estaban César López de Lara y Manuel C. Larraga, mientras el ataque lo ordenaban Manuel Urbina y Eugenio Benavides, quienes habían arribado a la zona con alrededor de 10 mil hombres, acampando a 10 Kms al norte del lugar, en una estación llamada Auza.

Gracias al arribo casi providencial a Ébano de Andrés Saucedo con 500 hombres, recién llegados a Pánuco después de penosa travesía por la sierra  del ejército que conducía Pablo González, huyendo de las acometidas villista en el área de Hidalgo , fue posible reforzar la defensa y hacer  desistir el ataque villista.

DESCRIPCIÓN DEL CAMPO DE BATALLA

El estudio del terreno para el ataque o defensa militar es base para obtener el resultado deseado; en este caso, el realizado sobre el campo de Ébano fue la clave  para obtener un definitivo triunfo al resistir durante 72 días el asedio.

Ébano: batalla que cambió la historia - Expreso

Ébano era un enclave petrolero con inversiones del magnate Eduardo Doheny, quien había adquirido grandes extensiones de tierra para la búsqueda y explotación de petróleo , ubicándose allí  el primer pozo productivo en el país al iniciar el siglo XX; por lo tanto, existía cierta infraestructura como un acueducto desde el río Tamesí, electricidad, telégrafo , galerones para resguardo, vía férrea  libre a Tampico, fuentes alimentarias, estructura urbana y otros recursos… incluso  un casino  construido para los técnicos petroleros.

En cambio, el campamento villista estaba a la intemperie, sin iluminación , sin agua ni hospital… y rodeado de selva.

Esa selva era casi impenetrable, llena de arbustos espinosos, pero además , poblada  de insectos nocivos y hasta mortales,  víboras y  fieras. La única ruta transitable era la de las vías férreas, las que estuvieron usando los villistas para realizar sus ataques.

Por otro lado, aunque los defensores eran casi la mitad de los atacantes, se sentían seguros por el liderazgo único de Carranza, y porque los comandaban militares competentes, tales como Pablo González, jefe del Ejército del Noreste, Jacinto B. Treviño, jefe de operaciones , los brigadieres, Manuel C. Larraga, Gabriel González, Pedro C. Colorado , Francisco de P. Mariel , Samuel Santos, Juan de la Luz Romero y  Carlos Osuna.

Como dato curioso, allí combatió con grado menor Gonzalo N. Santos, que llegó a ser gobernador de San Luis Potosí y hombre fuerte en la política nacional durante 30 años.

Esperando el ataque ,  ya se habían construido trincheras protegidas por  alambres de púas, hombres disciplinados y  bien avituallados ;  contaban con hospital en Tampico y servicio de tren tanto para  traslado de heridos como el de  víveres y combatientes, como fue el caso del primer Batallón Rojo de la Casa del Obrero Mundial, que llegaba de Veracruz.

El cuartel general  que coordinaba la  defensa regional ,  ocupaba  la aduana de Tampico, preparados  por si se rompía la defensa de Ébano ; la estación del tren y el puerto fluvial sobre el rio Panuco, a ambos lados del cuartel.

Otro elemento sobresaliente en la infraestructura guerrera, fue el que los defensores del carrancismo contaran con tres pequeños aviones  resguardados en la estación  Chila,  a unos 20 kms del campo de batalla. Eran  enviados al frente para lanzar cartuchos de dinamita sobre el campo villista,  hacer reconocimientos , pero también para operar una forma de guerra psicológica : lanzar panfletos sobre las trincheras  enemigas,  dándoles a conocer las derrotas de los villistas que simultáneamente sufrían  en el Bajío.

Las bajas de  los atacantes fueron mermando su bravura, porque  veían que se  enviada a la caballería a morir destrozada por la metralla,  sin protección, sin  ganar posiciones y con  heridos abandonados; constataban que tampoco funcionaba el enviar  como acometida vagones blindados , ni el cañoneo a distancia. 

En lugar de refuerzos y apoyos desde San Luis Potosí, Villa exigía al nuevo comandante , Manuel Chao , que redoblara el ataque y buscara otras rutas hacia Tampico;  por lo contrario:  pedía le regresara  cientos de hombres para reponer a los que estaba perdiendo en otros campos.

Por la insostenible  situación, para mayo de 1915 la guerra estaba perdida para el villismo  en todos los campos . Por primera vez, el comandante de la defensa ordenó a fines de ese mes, salir a atacar  ante la algarabía de los defensores,  salvándose Tampico  .

General Felipe Ángeles - TuriMexico

Con esos triunfos militares, Carranza se afianzó del poder como Encargado del Poder Ejecutivo, pero contraviniendo el Plan de Guadalupe ,  apeteció  quedarse como Presidente a través de  elecciones para pacificar y  promover la redacción de una nueva Constitución, decretada en febrero de 1917.  Pero no pudo concluir su mandato de cuatro años, porque al promover quedara en el poder presidencial  un civil,  elecciones en puerta , tres de los militares que antes le habían sido leales, lo desconocieron mediante un documento llamado   Plan de Agua Prieta,  al cual se adhirieron la mayoría de los antes “leales” seguidores de la lucha constitucionalista , y lo obligaron a abandonar la capital del país en cuya huida hacia Veracruz , fue asesinado por quienes se presume estaban protegidos por los sonorenses autores de ese Plan  y el militar irregular,  Manuel Peláez que servía a las compañías petroleras extranjeras, temerosas de ser fiscalizadas o perder las concesiones  .

En ese  entonces, mayo-junio   de 1920,  Villa y sus pocos seguidores convertidos en una gavilla de asaltantes , dejaron de ser perseguidos ofreciendo  el nuevo gobierno  amnistía y la dotación  de una finca rural . Antes de que operara el dramático cambio de la política nacional , ya habían sido fusilados previos consejos de guerra, entre otros generales villistas,  Benjamín Argumedo, Alberto Carrera Torres y  Felipe Ángeles, este último,  sin   reivindicación histórica  oficial para ser reintegrado al Ejecito Mexicano.


REFERENCIAS

Amaya, Luis Fernando . La Soberana Convención Revolucionaria,1914-1916
Barragán Rodríguez, Juan. Historia del Ejército y de la Revolución Constitucionalista, t. II, 1946
Bustamante Luis F. La Defensa de El Ébano, Imprenta Constitucionalista, 1915
González, Pablo Jr. El Centinela Fiel del Constitucionalismo, Textos deCultura Historiográfica Saltillo , 1975.
Guzmán, Roberto Tampico ante la batalla de El Ébano, Fomento Editorial ASA, 2002
Diccionario del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1990.
Revolución Mexicana, Crónica Ilustrada, TV , Publex, 1972