El tomo 2 de la serie Insurrectas nos presenta la vida y obra de Antonieta Rivas Mercado. En este libro Patricia Rosas Lopátegui nos da una interpretación sobre Antonieta a través de su obra, sus cartas y entrevistas. La figura de Rivas Mercado ha sido reducida a su suicidio en Notre-Dame, en Francia, y este libro es un esfuerzo por presentar de forma ágil e inteligente la labor e importancia crucial de Antonieta Rivas Mercado en el entorno cultural mexicano, así como los desafios y posteriores dificultades que enfrentó la hija del arquitecto Antonio Rivas Mercado, creador del Ángel de la Independencia, entre otras célebres obras.
En este volumen encontramos de primera mano la obra literaria de Antonieta, su mirada feminista respecto a la mujer mexicana; un diario que presentimos propio y que da cuenta de haber sido una mujer violentada por los términos patriarcales de la época; un borrador sobre un niño oaxaqueño que conoceremos a fondo más adelante en el libro, y así entramos titubeantes a los recuerdos y vestigios de una literatura que pudo llegar a ser más extensa y prolífica.
A los textos de la autoría de Rivas Mercado, le siguen las cartas, y aunque Patricia Rosas Lopátegui nos invita a explorar éste y los otros tomos de las Insurrectas como un caleidoscopio que se puede leer en cualquier orden, el método natural también funciona perfectamente bien. En las cartas nos encontramos de inmediato con la figura de Albert Blair, el esposo de la también actriz, de quien ya tuvimos noticias en páginas anteriores. Así, pues, esa primera luz se vuelve más intensa, y así sucede con las siguientes epístolas. Podemos afirmar que los indicios obtenidos en las primeras páginas, se renuevan y florecen con más información en las posteriores, lo que va enganchando al lector a seguir adelante para obtener más confidencias.
Así nos enteramos —a través de los actores que se mueven alrededor de Antonieta— de su mundo, sus pasiones, sus preocupaciones intelectuales, políticas, afectivas, familiares, todo ello tocado con prudencia, sin morbo, pero sí en cambio con una información que busca reivindicar al personaje.
Es mediante las cartas que se construye la figura de Rivas Mercado, la de gestora cultural, mujer de teatro, política soñadora, amiga, madre, hermana e hija. Incluso, en esta selección encontramos una carta a la poeta chilena, Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura 1945, en donde Antonieta despliega sabiduría y claridad sobre el entorno en el que vive.
Luego siguen las entrevistas a diversos actores que vivieron cerca de Antonieta, que convivieron y obtuvieron algún beneficio de su generosidad, gracias a su amor por la cultura y su pasión por renovarla. Obviamente el reconocimiento en una sociedad profundamente patriarcal se acerca más a un borrón en la historia. Sin embargo, los continuos indicios que nos presenta Lopátegui nos permite reconstruir la historia como debió ser escrita y que ahora nos invita a reconsiderar.
Hacia el final del volumen hay un apartado de opinión pública. Ahí las luces anteriores se convierten en incendio, pues conocemos los comentarios sobre las actividades de Antonieta a finales de los años 20 y, al mismo tiempo, el estado actual sobre el rescate de su figura. Por último una compilación de fotografías que nos dan cuenta de una historia que ya construimos a lo largo de nuestra lectura, con tal maestría didáctica que uno puede sentirse un poco experto en el tema al finalizar la lectura del libro.
Definitivamente es, como dice Patricia Rosas Lopátegui, el ritornello de las escritoras, la oportunidad de conocer a quienes incendiaron el camino porque el que todavía transitamos cautelosas, pero en el que urge andar con pies de plomo y conocer a estas figuras más allá del mito vulgar, para abordar las luchas presentes y futuras con mayor entendimiento y la debida misión de transformar el canon. ¡Leamos a las Insurrectas!, ellas llegan a nuestras manos gracias a la apuesta de la Editorial Gedisa.