El Dr. Donald E. Chipman, en su libro titulado “Nuño de Guzmán and the Province of Pánuco in New Spain, 1518-1533”, (Cfr. The Arthur H. Clark Company, 1967), nos ofrece una espléndida visión sobre la vida de este controvertido conquistador en la Nueva España, de la cual hemos extraído valiosos datos.
Nuño Beltrán de Guzmán ha sido solamente considerado como un personaje cruel y abusivo, y deseamos dar a conocer algo más sobre el hombre que gobernó la Provincia de Pánuco en el siglo XVI, revisando el Juicio de Residencia que se le efectuó al final de su desempeño como gobernador de esa provincia.
Se podrá decir en su favor que fue un producto de la idiosincrasia de un siglo plagado de ambiciones, aventuras y obscurantismo, y cuyos grandes abusos no fueron exclusivos de su época, ya que a veces se repiten en la nuestra.
El libro nos informa sobre los religiosos que estuvieron en las dos iglesias que construyó en Santisteban del Puerto, nombre original de Pánuco, Veracruz, para cuyo mantenimiento se destinaba el tercio de las multas. Construyó también iglesias con imágenes en los pueblos de su cabecera, así como colocación de cruces a lo largo de los caminos. Evangelizó a su modo, y promovió la fe cristiana entre los indígenas. Y entre sus logros, construyó un edificio nuevo para el cabildo, abrió caminos en la provincia y erigió una torre de vigilancia en la bocana del río Pánuco.
Al no encontrar minas para enriquecerse, estuvo sacando indios “tomados de guerra y no de paz”, como era entonces el pretexto, y los envió en barcos a las islas del Caribe, canjeándolos por ganado (se dice que no menos de diez mil). Su excusa era que no estaba prohibido hacerlo, y que Hernán Cortés y sus lugartenientes lo habían hecho allí con anterioridad. Además, en su mentalidad medieval de conquistador “creía estar haciendo un bien para la corona al importar ganado para la Provincia. ¿Para qué podían servirle unos pobres indios al poderoso emperador?” Como resultado, se despobló la provincia y los indios ya no querían sembrar ni procrear hijos, según lo acusó el obispo fray Juan de Zumárraga.
Entre sus abusos, se le acusó de haber clavado por la lengua a uno que se atrevió a disputar sus límites entre la Nueva España y la Provincia de Pánuco. Intentó la conquista de algunas regiones tamaulipecas, como la excursión al río de las Palmas, hoy de Soto la Marina, por su enviado Sancho de Caniego, su primo, que fue un soldado cruel y sanguinario que maltrató a indios y españoles. En un pueblo cercano a Soto la Marina, se entregaron indios como alimento a sus mastines, ordenó se ahorcara a dos españoles de su comitiva; y a otro, porque era amigo de Cortés, lo ató dejándolo morir de hambre.
A pesar de sus abusos, fue nombrado en 1529 presidente de la primera Real Audiencia previa a la erección en 1534 del virreinato de la Nueva España. Siendo ya presidente, al saber que su enemigo Hernán Cortés regresaba como Capitán General de la Nueva España, se lanzó a la conquista del occidente del México actual, a la que intentó llamar “La Mayor España”, pero que los reyes denominaron Nueva Galicia, que abarcaba Michoacán, Jalisco, Nayarit, Colima, Aguascalientes, Sinaloa, Zacatecas y San Luis. Regresó a través de la Sierra Madre Oriental y fundó Santiago de los Valles, hoy Cd, Valles, S.L.P., bajo la Nueva Galicia. Como estrategia para no ser procesado, presentó a su favor la conquista de tierras desde el Golfo hasta el Pacífico.
Además, se le practicó la Pesquisa Secreta, donde los interrogados conservaban su anonimato. Pero los indios, temerosos de represalias y a falta de intérpretes, no formularon queja alguna. Sobre la pregunta acerca de si Guzmán herraba como esclavos “aun a niños de pecho”, se contestó que la edad mínima era de 7 a 12 años.
Se informó de acciones como proyectos para mejorar las tierras de cultivo y construcción de caminos, seguridad para los viajeros, castigo de pecados públicos y de los juegos de azar, propagación de la fe cristiana, visitas y administración de justicia. Solicitó a dos frailes que allí desembarcaron que permanecieran en Santisteban para evangelizar a los indios “en las cosas de la fe”.
También se manifiesta en la investigación que, contra lo que se ha dicho, Nuño no recibió castigo alguno por sus excesos a su regreso a España, mas que la remoción de sus cargos como gobernador y presidente de la primera Audiencia, recibiendo solamente arresto domiciliario. En España, donde vivió aún varios años, recibió otros puestos gubernamentales. En 1539 recuperó su antiguo puesto de contino o miembro personal de la guardia de Carlos V y Felipe II con un salario anual de 40,000 maravedíes hasta 1561, fecha de su fallecimiento.
De Nuño Beltrán de Guzmán se sabe que no fue casado ni que tuvo jamás descendencia alguna, como lo demuestra su árbol genealógico y se verifica en su testamento. Hubo un sobrino, Diego de Guzmán, que anduvo con él en la conquista de la Nueva Galicia.
De un mal se originaron varios bienes, ya que la Huasteca floreció con la cría y engorda del ganado que vino de España y de las islas, que no existían en este continente, como el ganado vacuno, equino, porcino, lanar y aves de corral. El Destino se encargó de corregir un pasado doloroso.
María Luisa Herrera Casasús
Tampico, Tam., 30 de enero de 2023.
