Cuenca del Río Tuxpan: Desarrollo e Impacto Ambiental

El polo de desarrollo planteado para Tuxpan, pretende atraer empresas de los sectores químico, petroquímico, agroindustrial y de economía circular, partiendo de las ventajas estratégicas de Tuxpan (disponibilidad de agua, gas, etc.). En el discurso, se ha planteado garantizar condiciones sostenibles, lo que en la práctica se debe reflejar en acciones que lleven a ese fin (prevenir, proteger) y lejos de dañar, que conduzcan a mantener y restaurar los ecosistemas (p. e. río Tuxpan) valorando su importancia para la región. Algunos ecosistemas ya reflejan daños, aunque el desarrollo económico regional es incipiente aún.

  • Importante la protección de los ecosistemas naturales.
  • La Termoeléctrica ALM trajo contaminación y degradación ambiental.

La cuenca del Río Tuxpan posee una superficie total de 5,887.96 km2 y sus afluentes principales son el Río Vinazco y el Río Pantepec (Melchor-Marroquín y Chagoya-Fuentes, 2016). En esta región, rica en ecosistemas terrestres (Selva alta perennifolia, Manglar, etc.) (INEGI, 2016) y acuáticos (lagunas costeras, arrecifes, etc.). En esta cuenca, los establecimientos humanos, al parecer, ocurrieron desde el año 7600 a. C., según Melgarejo-Vivanco (1980), las primeras actividades agrícolas datan de 3400-2500 a. C.  Con el arribo de los españoles, se incorporaron prácticas agrícolas con plantas introducidas (p. e. caña de azúcar) y ganaderas para lo cual, se talaron bosques de la región y aunque el daño fue menor, cambio el paisaje. 

En el siglo XX, con la fiebre del petróleo, parte de los bosques de la zona Huasteca fueron sustituidos para explorar y explotar el combustible fósil. Luego, para sacar el producto, la industria petrolera se requería de una infraestructura: ferrocarrilera, carretera y portuaria, de esta forma, con la modernidad, se cambiaron los paisajes de árboles por los industriales (Santiago, 2011). Luego vino la revolución verde (década de los 40´s a los 60´s) para lograr la seguridad alimentaria, con lo cual se incrementó la producción de alimentos, utilizando semillas hibridas y se apalancó con el uso de pesticidas y fertilizantes. Posteriormente, surge la revolución tecnológica, en la década de los 50´s, ésta junto con los avances tecnológicos tienen un aceleramiento de 1985 al 2000 que alcanzan a muchos sectores de la población. Por ejemplo, con el uso masivo de las computadoras. En el siglo XXI, el desarrollo de la inteligencia artificial, que permite a las máquinas realizar tareas destinadas a los humanos (p. e. cajas de cobro en supermercados).Todas estas modificaciones asociadas al desarrollo económico, trajeron consecuencias: sociales y ecológicas.  Por ejemplo, a escala social, se incrementaron las poblaciones en las zonas urbanas, demandando servicios y espacios para vivir. Mientras que, a nivel ecológico, los espacios cubiertos por vegetación fueron destruidos para generar áreas urbanas, disminuyendo la cobertura vegetal y favoreciendo la erosión.

Foto Termoeléctrica “Adolfo López Mateos” de la CFE en Tuxpan.

Al igual que otras ciudades veracruzanas, Tuxpan en los últimos 30 años se ha encaminado al progreso, con la ampliación del puerto de Tuxpan (2004 y 2008), la carretera Mexico Tuxpan (inaugurada en 2014) y recientemente se ha propuesto instalar un Polo de Desarrollo. Todo lo anterior, acarrea inversión, empleos, crecimiento de la población urbana y desarrollo económico entre otros. Algunos de los cambios notables, fueron la apertura de tiendas departamentales (p. e. Liverpool) y supermercados (p. e. Chedrahui, Soriana, Walmart y SAMS). De igual forma la infraestructura hotelera y restaurantera se incrementó producto de una mayor demanda turística. 

El polo de desarrollo planteado para Tuxpan, pretende atraer empresas de los sectores químico, petroquímico, agroindustrial y de economía circular, partiendo de las ventajas estratégicas de Tuxpan (disponibilidad de agua, gas, etc.). En el discurso, se ha planteado garantizar condiciones sostenibles, lo que en la práctica se debe reflejar en acciones que lleven a ese fin (prevenir, proteger) y lejos de dañar, que conduzcan a mantener y restaurar los ecosistemas (p. e. río Tuxpan) valorando su importancia para la región. Algunos ecosistemas ya reflejan daños, aunque el desarrollo económico regional es incipiente aún.

Las actividades humanas y los ecosistemas regionales

Tuxpan tiene ecosistemas emblemáticos de alta relevancia ecológica. Entre ellos: el Río Tuxpan, la laguna de Tampamachoco, los manglares, las dunas costeras y los arrecifes. El desarrollo de actividades petroleras, de generación de energía, turismo, agrícolas, ganaderas y de transporte marítimo han llevado a un crecimiento desordenado en las áreas costeras nacionales, con conflictos ambientales resultantes de la competencia por el espacio, el uso de recursos y la generación de desechos tóxicos y contaminantes (Botello et al. 2019).

Foto: Estero y manglar de Tuxpan

El aumento de la población tuxpeña se ha incrementado un 28 % en el siglo XXI. De acuerdo con datos del INEGI, la población de Tuxpan en el año 2000 era de ~127 000 habitantes y actualmente es de ~162 000 habitantes. Esta situación aumenta la producción de aguas negras, residuos sólidos, demanda de energía eléctrica y agua potable. En el caso de las aguas residuales, se ha planteado que el 70 % recibe tratamiento (Meganoticias, 2023 ), pero otra parte, se vierte directamente, lo cual es fácil detectar en el Estero Tenechaco, así como en Santiago de la Peña. Las investigaciones efectuadas en la Laguna de Tampamachoco y el río Tuxpan, exponen que las aguas residuales urbanas son las fuentes más importantes de metales en ríos y lagunas (Botello et al. 2014). Eso mismo ocurre con las concentraciones de bacterias coliformes (Barrera-Escorcia et al. 2014) e hidrocarburos (Botello et al. 2023) entre otros.

En la cuenca del Río Tuxpan, la producción agrícola y ganadera, son fundamentales para el desarrollo regional. Estas dos actividades están muy asociadas con la deforestación y el índice de erosión con el consiguiente acarreo de terrígenos hacia la costa. El índice de erosión no solo depende de la vegetación sino también de la topografía y las características del suelo (Melchor-Marroquín y Chagoya-Fuentes, 2016). 

El Río Tuxpan se liga con otros ecosistemas ya sea por una conexión directa o derivada de corrientes marinas. La laguna de Tampamachoco y los manglares de Tuxpan tiene una influencia directa. En cambio, el flujo hacia los arrecifes y las dunas depende de las corrientes marinas costeras o del oleaje y las mareas.  Tampamachoco es un ambiente costero con un área es de 1500 ha y una profundidad promedio es de 1.5m. Posee características marinas con influencia de agua dulce procedente principalmente del Río Tuxpan (Contreras-Espinosa, 1993). La pesca de peces (lisa, lebrancha, mojarra), crustáceos (jaiba y camarón) y moluscos (ostión y caracol) entre otros es muy importante. Sin embargo, la presión de pesca y disminución de la calidad del agua de la laguna han mermado esa actividad. Por otra parte, el conjunto de arrecifes coralinos que se desarrolla en la zona aledaña a Tamiahua y Tuxpan posee una gran diversidad biológica y se han convertido en un atractivo turístico en los años recientes. La pluma del Rio Tuxpan se mueve al norte y llega al menos hasta los arrecifes: Tuxpan, En medio y Tanhuijo modificando sus valores de: salinidad, temperatura superficial, turbidez y concentración de clorofila a (Salas-Pérez et al. 2023). Los terrígenos y contaminantes que transporta el río pueden ser nocivos para los corales (Carricart-Ganivet y Merino, 2001, Horta-Puga y Carriquiry, 2008). La prevalencia de enfermedades en corales en arrecifes del norte de Veracruz es del 26 % (Ruiz-Moreno et al. 2012) y algunas de ellas pueden asociarse a las aguas residuales (Sutherland et al. 2010, Castañeda Chávez et al. 2015). 

Los Manglares de Tuxpan son parte del sitio Ramsar 1602: Manglares y Humedales de Tuxpan. En esta zona cuatro especies de mangle: rojo (Rhizophora mangle), negro (Avicennia germinans), blanco (Laguncularia racemosa) y botoncillo (Conocarpus erectus) forman el bosque. Estas especies se distribuyen en: la Laguna de Tampamachoco y los esteros de Tumilco y Jácome que se alimentan del Río Tuxpan. En los alrededores se realizan actividades agropecuarias, urbanas e industriales que constituyen un riesgo para los manglares y la biota asociada (Basañez-Muñoz, 2005). Por su parte, las dunas costeras son sistemas ecológicos terrestres en constante cambio natural (Montserrat, 2010). Las dunas constituyen un hábitat esencial para plantas e invertebrados costeros y funcionan como áreas de crianza y alimentación de aves y reptiles. La vegetación está representada por: Ipomoea pes-caprae, Randia laetevirens, I. stolonifera, Eupatorium odoratum, Croton punctatus y Canavalia marítima (Reyes-Ortiz et al. 2017). Algunas de estas especies fijan el suelo y evitan la erosión. Rosado-Piña et al (2018) han evaluado la presencia de microplásticos y residuos sólidos en las playas de Tuxpan, documentando su origen y problemas asociados.

Evidencias de cambios en los ecosistemas de la cuenca del Río Tuxpan

En general, el 45.5% de los hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAHs) sedimentarios detectados en la Laguna de Tampachoco y el río Tuxpan, derivan de la combustión de combustibles fósiles como la gasolina y el diésel (Botello et al. 2019). Estos autores, señalan que el perfil molecular de los compuestos del petróleo ha cambiado, en 1908, eran de origen petrogénico y de 1999 a la fecha, están dominados por compuestos pirolíticos. Así, concluyen que, las concentraciones de algunos compuestos (criseno, benzo(a)antraceno y dibenzo(a,h)antraceno) superan los límites de calidad sedimentaria y pueden constituir un riesgo ambiental para los organismos del bentos (Botello et al. 2023). 

Reyes-Márquez et al (2025) evaluaron la presencia de metales pesados (Cd, Hg, Cr, Cu, Pb, Fe, y Mn) en Tampamachoco, encontrando una concentración en el plancton cuatro veces mayor que la estimada en la columna de agua. Por su parte, Ayala et al (2023) identificaron el efecto de las emisiones de metales procedentes de la planta termoeléctrica sobre las hojas de mangle. Detectaron un mayor efecto en los mangles cercanos a la Planta Termoeléctrica y señalan una relación de la concentración de Cd con las modificaciones morfofuncionales de las hojas del mangle rojo que repercuten en los procesos de fotosíntesis e intercambio de gases. Antes, Mendoza-Reynosa (2010) y López-Ortega (2012) habían detectado la presencia de metales pesados en tejido, hígado y branquias de dos de las especies de mayor demanda en el mercado local, la lebrancha (Mugil curema) y la mojarra rayada (Eugerres plumieri) concluyendo que, las concentraciones estimadas rebasan los límites máximos permitidos por la normatividad.

En la laguna de Tampamachoco se ha registrado la presencia de pesticidas organoclorados en ostión (Rosales et al. 1979). Por otra parte, Ortiz-Gutiérrez et al (2025) detectaron residuos de plaguicidas organofosforados en arrecifes del norte de Veracruz. Lo anterior indica una relación con actividades agrícolas (Rosales et al. 1979).

Comentarios finales

El desarrollo económico siempre es bienvenido, pero existe una urgente necesidad para realizar una adecuada planeación del territorio que conforma la cuenca del río Tuxpan (Melchor-Marroquín y Chagoya-Fuentes, 2016). Esto repercutiría en una disminución de la erosión. Además, un uso racional de fertilizantes y pesticidas en la agricultura y ganadería regional reduciría el aporte de residuos a los ambientes acuáticos. 

Los estudios efectuados revelan las condiciones de algunos ecosistemas y especies que forman parte de la Cuenca del Rio Tuxpan y han señalado las necesidades que deben incluirse en los planes de desarrollo económico. Por ejemplo, Reyes-Márquez et al (2024) recomiendan un programa permanente de monitoreo de la Laguna de Tampamachoco para evaluar los riesgos de la población humana en términos de salud pública, partiendo de las fuentes de contaminación regional. Dado que las aguas residuales son los vectores que contienen contaminantes, es necesario generar un plan de tratamiento del 100% de las aguas residuales, así como comprometer a las empresas para que disminuyan sus residuos y eviten verterlos directamente a los ecosistemas.

Fundación MarNatura AC

Macadamia 12. Col. Jardines de las Flores. CP. 91153. Xalapa, Veracruz.

Referencias

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Carlos González Gándara
Carlos González Gándara
Facultad de Biología Universidad Veracruzana 1975-1980 Maestría Centro de Investigaciones Marinas Universidad de la Habana. 1994-1996 Disciplina: Biología Marina Fecha de examen: 18 de julio de 1996 DOCTORADO Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN Unidad Mérida. 1997-2001 Disciplina: Ciencias Marinas Fecha de examen: 24 de septiembre de 2001 Profesor de tiempo completo Titular Director de la Facultad de Biología durante el periodo octubre 1991-noviembre 1994 Jefe de la Carrera de Biología de abril de 2004 a enero de 2009.Ha publicado 35 artículos sobre los ecosistemas marinos y su diversidad biológica. Ha participado en congresos nacionales e internacionales con 34 ponencias sobre comunidades ligadas a: lagunas costeras y arrecifes de coral. Ha dirigido más de 50 tesis de licenciatura y maestría Es Miembro de la Sociedad Mexicana de Arrecifes Coralinos y de la Red temática del CONACYT: Ecosistemas Cuenta con el Reconocimiento a perfil PROMEP 2004, 2007, 2010 y 2013, es Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I (enero 2014-diciembre 2017) y en 2011 obtuvo el Premio al Decano en la Universidad Veracruzana por su trayectoria académica.
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