La cultura como resistencia en Veracruz

Recuperan su voz los pueblos originarios.

La preservación y valorización de la identidad de cada pueblo de Veracruz ha sido parte fundamental de una política cultural que está implementando el gobierno del estado con Rocío Nahle, pero más aún se ha establecido un diálogo permanente con las demás culturas de los pueblos originarios del país, en una simbiosis que nutre no solo los valores culturales de Veracruz, sino el espíritu de una nación cohesionada en la resistencia a viejos y nuevos colonialismos del mundo.

A solo 4 meses de la nueva gestión estatal, la “Cumbre Tajín” dejo de ser un simple centro de espectáculos y una mera plaza comercial, que arrinconaba la temática de sus pueblos originarios, a reservorios en la periferia del festival, se les trataba a los totonacos como extraños, de una casa de la que ellos son los dueños legítimos. Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, denunció como las sagradas culturas de los pueblos originarios fueron degradadas y desviadas por un folclorismo que solo servía de adorno en la fiesta, en la que no se respetaban los códigos de vida, identidad y cultura ancestral.

En la Cumbre Tajín 2025 le regresó el alma al festival, lo totonaco y su Dios del Trueno retumbó en el complejo cultural aledaño a las majestuosas pirámides que nos enseñan la grandeza de las civilizaciones prehispánicas en México, donde lo científico se funde con lo mitológico y la cosmovisión de pueblos que hablaban con los astros y estos les daban pautas hasta para su producción, pero sobre todo para los mensajes eternos plasmados en las grandes piedras y nichos de estos edificios u observatorios de otras dimensiones, en el conocimiento de la materia y el espíritu.

El nuevo Festival de Cumbre Tajín fue también de la unidad e integración de los pueblos originarios que se manifestaron artísticamente en los diferentes foros de esta cumbre cultural, así participaron representaciones de las diferentes regiones del estado, pero también la riqueza de la cultura nacional con expresiones de música, danza, gastronomía y artesanías como las de Oaxaca, la fiesta recobro su esplendor.

Después del éxito de “Cumbre Tajín”, vino el “Festival Yolpaki”, que significa en náhuatl “corazón alegré”, que en tres días congregó en la Macroplaza del Puerto de Veracruz, donde llegó la conquista y empezó la resistencia, a manifestaciones culturales de las 4 regiones de Veracruz, así al ritmo de bandas de viento y otros instrumentos musicales tradicionales, indígenas y afrodescendientes tomaron la calle principal del heroico puerto para marchar y marcar presencia con sus danzas, su alegría y su vestuario tradicional, “aquí estamos, sigue la resistencia”, culturalmente expresaron en el lugar que albergó al presidente zapoteca Benito Juárez en defensa de la patria ante otro colonialismo, el imperialismo francés.

El espectáculo simple, sin contenidos culturales que edifiquen, que transformen, que construyan, es solo circo, entretenimiento, es cubrir apariencias, es andar en la superficialidad, la cultura es formativa, profunda, transformadora, la mayoría de los últimos gobernantes veracruzanos confundieron el concepto de cultura con el del espectáculo, al pueblo circo, parecía que decían, como los emperadores romanos en el Coliseo.

La cultura fue degradada a una actividad comercial, deshumanizándola, encubriendo sus propósitos ideológicos, la creación en serie de nuevos consumidores, robotizados, vivos, pero muertos en su sistema neuronal, modernos zombis.

El gobierno del Estado, como el de la República, no puede ser una institución de complacencias para todos, porque como cito el sociólogo y filósofo político veracruzano y hombre universal Jesús Reyes Heroles, cuando se quiere gobernar para todos, se acaba en la “impotencia gubernamental”, no gobernar, para seguir en el gobierno, un gobierno no puede dejar de lado su responsabilidad social en el proceso de transformación del estado, para una mejor calidad de vida colectiva, por satisfacer resultados de encuestas, las que son muy importantes como sensores sociales; pero este proyecto de gobierno va prácticamente empezando, no cumple todavía su primer año de gestión, de seis que son.

Virar el proyecto cultural que implica el rescate, preservación y proyección de nuestra identidad, la recuperación de la memoria colectiva, el fortalecimiento de las tradiciones populares, talleres comunitarios y urbanos, conciertos y festivales del libro y la cultura, exposiciones, conferencias, recitales poéticos, hacia lo banal, porque está de moda, a costos millonarios, en lugar de promover a los valores culturales del estado, sería un retroceso y no un desarrollo, mucho menos un proceso de transformación.

Después del “Yolpaki”, en el complejo cultural de “Los Pinos” en residencia presidencial, Veracruz cobró presencia cultural con muestras artísticas que llegaron de la montaña más alta de la huasteca, desde Zontecomatlán con su carnaval huasteco en la capital del país, con mascaras, danzas y música tradicional, enmarcaron la participación de una representación cultural del estado de Veracruz, con artesanías y lo mejor de la gastronomía de las diferentes regiones de la entidad, ese domingo no fue cualquier domingo, la riqueza cultural de Veracruz se manifestó en estás históricas instalaciones.

En el puerto de Veracruz, Tlacotalpan y Coatzacoalcos, se llevaron a cabo festivales internacionales del bolero y del Mar, mientras en las comunidades del estado de Veracruz proseguían sus manifestaciones artísticas y en los talleres comunitarios se realizaban nuevas obras de arte, la cultura ha estado en movimiento en la entidad.

La gobernadora Rocío Nahle a través de su secretaría de cultura del gobierno estatal, ha generado un nuevo movimiento cultural que es continuo, no para, va en la expresión cultural de miles de veracruzanos la semilla de la transformación, Bauman afirma “la cultura humana es sinónimo de existencia humana, es un osado movimiento por la libertad, para liberarse de la necesidad para crear, en un rotundo rechazo a una oferta a una vida animal segura”, la cultura es resistencia en medio de los estertores de una civilización en decadencia.

Ramón Rodríguez Rangel
Ramón Rodríguez Rangel
Director General de la Revista PRAXIS Cultura y Medio Ambiente, sus trabajos periodísticos han sido publicados en FORBES, El Financiero, en la sección cultural de PROCESO, y Diario de Xalapa entre otros. Ha sido Director de Diario de Tuxpan en 1990, Semanario Norte de Tuxpan 2000-2004, Director del periódico digital Expreso de Tuxpan a la fecha. Fue Director fundador de la Dirección de Educación y Cultura Municipal en Tuxpan Veracruz 1985 y fundador de la primera Compañía Municipal de Teatro en Tuxpan en 1985, Director de Educación y Cultura en Tuxpan de 2004 al 2010
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