¿Sabes qué buena fortuna tuvo Elena Garro?
Siendo una niña, ella y su primo Boni saltaban por la ventana de la casa, recorriendo largos caminos buscando la laguna de Tuxpan, contaba: “nos íbamos a buscar la laguna”.
Querían llegar a las montañas, que de lejos eran azules, y todo el día subían y subían cerros, pero al llegar encontraban con que eran amarillas y secas. Entonces Boni, sin darse por vencido, le decía a su prima: “n´hombre, es que están más lejos las azules” y seguían avanzando, hasta que los arrieros los encontraban insolados, los echaban en sus burros como almohadas y los llevaban a su casa en Iguala, Guerrero.
Un día el padre de Elena y su tío Boni los amarraron a una silla, pero ese intento fue en vano, pues se volvieron a ir en busca de la laguna y de las montañas azules.

Años después, Elena encontró, sin saberlo, su mejor fortuna. No sólo rescataría sus letras y su palabra, también la reinvidicaría.
Elena encontró a Patricia Rosas Lopátegui, nacida en Tuxpan,Veracruz. Ese día la leyenda de Elena se volvió a reescribir, en letras blancas dibujadas en el cielo azul.
Lilia Garduño Ytessen
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En tiempos de vendaval
Patricia Rosas es luz
nos regala a las mujeres
reflexiones y saberes,
en libros fuente transluz.
Su raíz en Veracruz
ya se hizo universal,
en su clase transversal
rompe cadenas oscuras
que desatan ataduras
en tiempos del vendaval.
Laura Rebolloso