“Perder la vida era una apuesta aceptada por los hombres cuando iban a la guerra. Pero ningún animal decidió ir a la guerra: quedar atrapados en los asuntos letales de los hombres fue una aberración irreconciliable.”
― SHEILA BURNFORD, BEL RIA: DOG OF WAR
A través de la historia los animales han acompañado a los hombres en combate. En Europa, el mediterráneo, África o el Medio Oriente fueron protectores, medio de transporte y de comunicación, llevaron a cabo operaciones de rescate, detectaron explosivos y ayudaron psicológicamente a los soldados a mantener la moral. Cerca de 16 millones de animales ayudaron en la Primera Guerra Mundial, entre ellos 8 millones de caballos, mulas y burros que murieron en batalla. La Segunda Guerra no fue muy diferente. Los animales participaron en estos dos conflictos armados y sufrieron dramáticas muertes por heridas, hambre, sed, cansancio y enfermedades.
Algunas formas en que estas nobles criaturas ayudaron a la guerra son las siguientes:
Caballería e infantería montada para batalla
Ningún animal ha jugado un papel tan importante en la guerra como el caballo. Una de las historias mas tempranas donde podemos corroborar su participación es en la “Iliada” de Homero, donde en el año 800 A.C. los héroes de la guerra de Troya peleaban jalados por caballos en carretas.
El uso de los caballos se prolongó hasta la era moderna, cuando camiones, tanques y metralletas comenzaron a hacer obsoleta la ayuda del caballo. Una de las ultimas veces en que se usaron caballos de manera exitosa fue con la caballería de Savoia en contra de la infantería rusa de Isbushenskij en 1942. También se han usado en batalla otros animales como los elefantes y los camellos.
Transporte
Durante la Primera Guerra Mundial, caballos, burros y mulas viajaban por terrenos destruidos para entregar el material que se necesitaba en el frente. Cargaban armas, municiones, y ayuda vital para las tropas, especialmente en lugares a los que el transporte motorizado no podía llegar. Esta práctica continuó en el Oriente durante la Segunda Guerra Mundial, donde se usaron elefantes para cargar armamento y municiones.
Asistencia a los heridos
Las ambulancias jaladas por caballos fueron parte de una gran red de servicios médicos para tratar a los heridos. Eran usados cuando el terreno era difícil de cruzar. En el desierto los camellos eran los encargados de cargar a los heridos o muertos. Un camello podía cargar 2 hombres, uno en cada lado de la joroba.
Trabajos pesados
Caballos, burros, mulas, bueyes y hasta elefantes fueron usados para construir caminos, vías de ferrocarril y para el trabajo pesado durante la Primera y Segunda Guerra mundial. Las mulas eran especialmente usadas en terrenos difíciles de transitar.
Retiro de escombros
Alemania usó elefantes de circo durante la Segunda Guerra Mundial para remover escombros pesados después de bombardeos.
Búsqueda y rescate
Con ayuda de su olfato, los perros fueron muy útiles en la búsqueda de soldados y civiles en la Segunda Guerra Mundial. También llevaban agua y medicinas a soldados que no podían ser rescatados por las ambulancias.
Comunicaciones
Era mas fácil para las palomas y los perros cruzar los campos de batalla y fueron entrenados para llevar mensajes. Su trabajo era muy importante cuando las formas de comunicación fallaban. Su función era tan importante en la Primera Guerra Mundial, que a cualquiera que se le sorprendiera matando o lastimando a una paloma seria encarcelado o finado. Los perros eran entrenados especialmente a que se acostumbraran a los ruidos de las batallas y asi poderse mantener enfocados en sus misiones en medio de la guerra.
Perros de guardia, exploradores y detectores de minas
Las ventajas de sensibilidad en olfato y audición de los perros ayudaba a las tareas de detección. Los perros de guardia eran empleados para cuidar los puntos militarmente estratégicos, como vías de tren, puentes, instalaciones de defensa y tiendas de municiones. Alertaban también sobre la presencia de tropas enemigas, pero esto se tenía que hacer de manera silenciosa para no dar a conocer la posición en la que estaban. Los perros con su gran sentido del olfato también fueron entrenados para localizar minas.
Detección de gas
Los soldados cargaban en jaulas a ratones y canarios que eran usados para detectar la presencia de gas venenoso.
Control de pestes
Las condiciones en las trincheras podían originar infestaciones y pestes que esparcían enfermedades. Especialmente ratas que eran atraídas por la comida. Los gatos y los perros eran usados con la finalidad de mantener las trincheras limpias. Los gatos también eran usados en los buques de guerra para mantenerlos libres de ratas.
Mascotas
Los animales no solo eran usados para trabajar, sino que a veces perros, gatos, cerdos, cabras, changos, y hasta leones y osos fueron usados como mascotas para mantener la moral de los soldados y darles comodidad en los momentos difíciles. Generalmente eran animales de la localidad que se habían quedado sin dueño.
Pero en estos momentos en el conflicto que se esta viviendo entre Ucrania y Rusia los animales tienen otra labor. Seguir siendo los compañeros leales de sus dueños. Se ha visto a muchos ciudadanos ucranianos escapar con sus mascotas. La gente en Ucrania está usando las estaciones de metro como refugio y escapa a la frontera para poder estar a salvo con sus familias y sus mascotas. Pero muchas personas no han sido tan afortunadas de poder cruzar por todo el papeleo necesario, o las vacunas contra el COVID, y han decidido quedarse junto a sus mascotas.
Aun así, la Federación de Veterinarios de la Unión Europea ha pedido a Europa que relaje los requerimientos tan estrictos de entrada para ayudar a la gente a cruzar la frontera sin tener que dejar atrás a sus mascotas. Algunos países como Polonia, Rumania y Eslovaquia han relajado sus reglas para los refugiados de Ucrania.
Nuestra relación con los animales ha ido evolucionando con el tiempo y se vuelven parte de la familia cuando decidimos darles un lugar en nuestro hogar. Abandonarlos no es una opción para muchos. Algunas personas deciden tener solo hijos, otros deciden darle a sus hijos un compañero peludo con el cual crecer y, para otros, sus hijos son sus mascotas. Cuando decidimos tener una mascota como parte de la familia nos importa su seguridad y comodidad, en realidad es una responsabilidad similar a la de tener otro hijo.
Desafortunadamente no sabemos cuánto durara esta crisis o si tomara un rumbo peor, pero es doloroso saber que hay gente y animales sufriendo en este momento por cuestiones que están fuera de nuestro control. Los ciudadanos del país afectado no tienen otra opción que escapar o pausar completamente su vida y esperar lo mejor. Lo único que sí sabemos es que mientras sigamos estando unidos, aún si vivimos en países diferentes, el mundo estará mejor y algún día encontrará el camino.
Ucrania y sus ciudadanos están recibiendo ayuda de todo el mundo y la organización defensora de animales PETA, en Alemania, está planeando entregar 20 mil kilogramos de alimento para perros y gatos en ese país, junto con cosas como colchas para las mascotas y sus dueños.
Pero es muy interesante ver el comportamiento de la gente cuando se comparte información en las redes sociales para ayudar a las personas y no se obtiene el mismo nivel de empatía que para los animales. Un nuevo estudio en filantropía social muestra que las causas relacionadas a los animales son mas populares en las redes que aquellas relacionadas con los derechos humanos. Y mucho menos populares son las que están relacionadas con el medio ambiente, la pobreza, el hambre, la educación y los indigentes.
Julie Dixon, directora del centro de comunicación de impacto social de la Universidad de Georgetown dijo: “Es verdad que en el internet la gente gravita hacia lo menos problemático: gatos, robots y memes, ese tipo de cosas… Las causas menos complicadas generan más atención.”
Tal vez por eso empezó usted a leer este artículo, porque se trataba de animales y no de refugiados escapando de la guerra. A ese punto quería llegar.
La empatía es una emoción compleja para nosotros los humanos. De muchas maneras parece estar desapareciendo de la sociedad. Con el constante bombardeo de imágenes de violencia, muerte y desesperación, nos estamos anestesiando al sufrimiento de otros. No sólo se trata de que gravitemos hacia historias mas ligeras. En un estudio reciente hecho por el criminólogo Jack Levin les pidieron a los participantes responder a una historia falsa sobre una víctima que fue golpeada con un bat de béisbol, dejándola inconsciente y con muchos huesos rotos. Mientras la historia seguía siendo la misma, iba cambiando en un detalle importante: la identidad de la víctima. Podía tratarse de un bebé de un año, un adulto, un perro de 6 años, o un cachorrito. Los participantes mostraron el mismo nivel de empatía por el bebé, el cachorrito y el perro de 6 años; pero mostraron significativamente menos empatía por el adulto. Esto sugiere que nuestro nivel de empatía no está relacionado con las especies, sino con la vulnerabilidad y la poca autosuficiencia.
El afecto natural que podemos sentir hacia los animales se puede comparar con el afecto que sentimos por nuestros hijos. Cuidamos de ellos de manera impulsiva y deseamos otorgarles ayuda porque no pueden ayudarse a sí mismos. Nuestra percepción de los adultos humanos es que fácilmente pueden reclamar sus derechos o defenderse del peligro. Pero eso es diferente para niños y animales, los cuales están completamente a merced de otros para su comida y protección. Los niños y los animales, en cambio, demuestran una inocencia que nos sentimos compelidos a proteger. Así que nuestro impulso por ayudar se dirige a los inocentes y a los desvalidos.
La próxima vez que se encuentre a sí mismo enojado por una historia de abuso animal, ahora ya sabe por qué es y tal vez estando más consciente pueda darse cuenta de que cualquier adulto en una guerra, como la de Ucrania, donde los civiles se están defendiendo de una potencia como Rusia, son tan vulnerables como un animal o un niño en ese contexto. No tienen la fuerza ni la capacidad para enfrentarse a soldados entrenados para matar. Tal vez así decidamos ayudar como sea que podamos o al menos compartir la información.
La embajada de Ucrania en México ha solicitado ayuda a través de sus redes sociales: