El imperio español y trascendencia en la historia de Veracruz, la Fortaleza De San Carlos En Perote

Desafiando al tiempo, aquí en Perote, Veracruz aun de píe se encuentran estos envejecidos muros, retando los embates de la intemperie; pero ya no de las armas. Retando, pero también en espera del resguardo de los anhelos del progreso económico de los mexicanos, y sobre todo, de los peroteños.

[…]¿Quién de tus ricas flotas los haberes, de qué entran llenas y se van cargadas, Dirá si tú la suma della eres? En ti están sus grandezas abreviadas. Tú las basteces de oro y plata fina; y ellas a ti de cosas muy preciadas. En ti se junta España con la China, Italia con Japón y finalmente Un mundo entero en trato y disciplina […] Grandeza mexicana.

Bernardo de Balbuena 1860

LOS PRIMEROS TIEMPOS DE LAS COSTAS NOVOHISPANAS; NUEVAS RUTAS PARA EL COMERCIO, EL PROGRESO.

Andrés Aguilar y Portilla
Ricardo Corzo Ramírez

La fuerza del mercantilismo francés, inglés y español logró la unificación de mercados, llegando a considerar dentro de su círculo comercial las tierras del Anáhuac. Donde frutos, plantas medicinales y ornamentales, cacao y metales preciosos[1], fueron una exigencia. Se revaloraron las extensas tierras favorables a la cría de numerosas manadas de ganado mayor[2] y los nuevos cultivos, aquellos que llegarían con los primeros españoles, como la caña de azúcar, el tabaco o café; esto dos últimos ya conocidos en la isla de Cuba. El predominio de estas políticas y acciones comerciales desde el siglo XVI hasta mediados del XVIII, unieron aquellas rutas de las especias y, posteriormente, la ruta de la seda; contemplando de este modo, las grandes y redituables plazas de África, Asia, Europa y más tarde, buena parte de la geografía de América. No obstante, ante la calidad de los productos chinos, y aquellos otros que eran solicitados por los novohispanos; se fue centralizando el comercio en la Nueva España.[3] Finalmente esta última, y debido a la concentración de mercancías y relaciones políticas directas con la Corona española, fungió como una enorme plataforma comercial hacia mediados del siglo XVIII.   

Aquél éxito y aumento del flujo comercial prontamente atrajo miradas y ataques de piratas y corsarios que arrasaban por tierra y mar; esencialmente con las políticas monopolistas, fueron fuertes motivos para coartar las entradas y salidas de mercancías. Y de este modo, sólo se reconstruyeron dos puertas y puertos en la Nueva España: Veracruz y Acapulco; teniendo como eje central de administración la ciudad de México, capital del Virreinato. Aunque con sus excepciones, puertos únicos oficialmente. Los mercados asiáticos  exigían gran parte de los productos de las nuevas tierras descubiertas, y sobre todo, de su producción minera o las perlas de Las Californias. Como bien lo señala Mariano Bonialian:

Estamos en presencia de un amplio tejido de relaciones. Un sistema tan complejo que puede considerarse como si fueran fenómenos inconexos e independientes. No obstante, bajo una mirada más amplia ellos llegan a conformar un “todo económico”. Como un tejido comercial con gran sentido de articulación. Una articulación donde la ciudad de México con sus rutas ramificadas hasta los puertos de Acapulco y Veracruz el que funcionó durante mucho tiempo con flujos lícitos e ilícitos, sin permiso de la Corona Borbónica.[4]       

Extenso recorrido a través del cual, recogían, vendían o negociaban en cada puerto en donde soltaban sus anclas aquellos ya conocidos Galeón de Manila y la Nao China entre muchos otros. Ya en el territorio novohispano, en medio de los escarpados suelos y muy feraces aun, buena parte de las mercancías llegaron en pequeñas barcazas hasta sus destinos finales. A través de ríos, arroyos y lagos, y fundamentalmente por medio del lomo de las manadas de bestias circundantes por las veredas y los montes de la sierra; materias primas, muebles y artículos suntuosos llegaron hasta los pueblos semi-aislados de esta geografía de la Nueva España y demás provincias del ahora territorio mexicano.  

Virrey Joaquín de Montserrat | Mediateca INAH
Virrey Joaquín de Montserrat

Ante el movimiento de una enorme riqueza y de transacciones políticas mundiales, esto contrajo fuertes y desiguales motivos para la construcción de diversas y grandes construcciones de cal y canto. En este tenor, iglesias, catedrales, para hacer oración y seguridad social; fortalezas militares[5], haciendas agrícola-ganaderas, henequeneras o maiceras y pulqueras o cafetaleras y algunos castillos fueron poblando este territorio. Como se dijo, la concentración y resguardo de la riqueza, pero también el establecimiento de las instituciones que impartían las nuevas leyes y decretos, fueron construidas en ciertos puntos estratégicos. Por citar ejemplos, en un punto crucial entre el puerto de Veracruz-Xalapa-Perote-Altiplano y Acapulco, los mismos intereses de capitanes y generales, como primeros gobernantes; fueron remarcando y creando puntos nodales político-sociales y de administración. Donde la población de Perote jugó un papel trascendental, ya como centro de resguardo de víveres y también como punto nodal militar de defensa; el clima favoreció y con mucho, la construcción de bodegas para la pólvora y otros implementos militares. A modo de explicitar la grandeza de la Nueva España colonial, así lo externa Mariano Bonialian:

En 1604 Grandeza Mexicana colocó a México como Metrópoli del mundo, del imperio; el centro donde se almacenaba la riqueza del planeta, gracias a su posición geográfica que logró enlazar China por el Pacífico y Europa por el Atlántico en los años iniciales del siglo XVII. Tal es el caso de Chaunu  (1960) él remarca el alcance que desde  el siglo XVI llegó a tener la ruta terrestre que conecta Veracruz-Ciudad de México –Acapulco en la movilización de personas, objetos y metales preciosos. Chaunu nos dice que desde aquellas tempranas décadas coloniales, la edificación de la Nueva España, la gran base para la vida de las relaciones se hace posible por la intersección de los denominados Caminos de Castilla (Veracruz-ciudad de México) y de China (Acapulco-ciudad de México). Un verdadero Eje transversal Este-Oeste que acopla y ata definitivamente el espacio virreinal con la economía mundial.[6]          

De este modo, las magnas edificaciones de cal y canto, muchas de ellas fruto de esa sabiduría arquitectónica medieval europea se hizo presente. Algunas devastadas, en tanto que otras aún de píe, como testigos de aquellas épocas gloriosas. De una etapa del dominio colonial, de gran poder político, económico, religioso y militar español. En otras ocasiones, sólo algunos retablos, vírgenes y santos completos o sólo partes de ellos yacen en medio de los montes, con una eterna soledad como escenario. La vegetación, y en otras ocasiones, las manchas urbanas han avanzado sobre ellas. Fieles testigos de un tiempo en que la fuerza física prevaleció por sobre todas las cosas, y por lo cual, fue una exigencia contar con plena seguridad socioeconómica y política; la cual sería resguardada por esos gruesos muros.

Pero por si esos argumentos no tuvieran la importancia necesaria de esos tipos de construcción, también es justo decir que, ya para finales del siglo XVIII otro de los valiosos motivos que coadyuvó a la construcción de estas monumentales obras, lo podemos encontrar en agosto de 1762, cuando Inglaterra tomó la Habana, Cuba por medio de la fuerza de las armas. De acuerdo con los conflictos de la época, este ataque alarmó, y provocó más atención a Perote, pues se temía continuaran las agresiones de Inglaterra, sólo que ahora, en contra de esta Nueva España. Y de este modo, y tratando de reforzar la seguridad de los enclaves de producción y de poder político-económico, en este puerto de Veracruz y su hinterland Córdoba-Orizaba; las ideas y objetivos fundamentales revaloraron como espacio importante a Perote[7]. De esta manera, los desniveles del suelo de este lugar favorecieron con mucho; para finalmente, construir a un costado del Camino Real[8] el castillo o fortaleza de San Carlos.   

UBICACIÓN E IMPORTANCIA DE LA AGRICULTURA EN LA REGIÓN PEROTEÑA

La elección de Perote no fue al azar, pues éste era considerado dentro de los planes de los gobernantes y de generales o líderes militares de la etapa colonial. Por su excelente clima para la conservación de alimentos, pero sobre todo, para las bodegas de pólvora y otros pertrechos de guerra. Como lo señala Abel Juárez Martínez:

El pueblo de Perote edificado en las orillas del primer camino de la Nueva España permanentemente se encontraba ligado al devenir mercantil, defensa, promoción religiosa, salud y el descanso de miles de viajeros, ricos potentados y autoridades coloniales y metropolitanos los que necesariamente atravesaban esta ruta buscando los negocios y la administración central del Altiplano. Lo anterior es razón de peso suficiente, para entender el porqué de concebirlo como Venta, mesón, convento, hospital, fortaleza y posta…Un camino de gente que venía a resolver la alta política virreinal.[9]      

Es importante también mencionar la composición natural, geográfica e hidrológica de esta región. Porque gracias a ella también podemos entender la economía y seguridad vital de sus pobladores, su producción agrícola. Ésta se encuentra  rodeada por una serie de montañas y pequeños relieves, ya que el Valle de Perote se ubica en la Sierra Madre Oriental. Y buena parte de sus suelos son irrigados por una serie de ríos y arroyos dentro de los cuales bien vale la pena enumerar como: la antigua, actopan, nautla, altotonga, ixtapan, alceseca, pixquiac, Los pintores, el sordo, huehueyapan, texolo, frío, comapan y algunos arroyos y lagunas como tilapa, tecajetes, comestolendas pixquiac, chauténic, tula y calpixcan. La planicie de este valle está rodeada por algunas montañas como: el cerro de malacatepec, san pedro, el brujo, las cumbres, tamasolapa y acatitlán. Los cuales estaban cubiertos por un tupido bosque de pináceas y caducifolio. Desafortunadamente, devastado en estos tiempos de las primeras décadas del siglo XXI.

De ahí que gran parte de sus habitantes puedan hacer uso de ciertas maderas como el pino, encino, álamo, alamillo, guarumbo, jonote, palo barranco, palo de banqueta y alle, entre muchos otros. Un conjunto natural armónico, que propiciaba un ambiente muy adecuado a la agricultura de la región, en donde podían producirse los diversos granos, tales como maíz, trigo, cebada, haba y frijol. De ahí también, que su humedad y la corriente de los aires fueran favorables al resguardo de granos dentro de un medio ambiente frío-húmedo y templado-húmedo.

Un paseo histórico por la fortaleza de San Carlos en Perote, Veracruz. –  Sin Maletas

Tanto el clima como su agricultura fueron esenciales para una temprana creación y crecimiento de un centro poblacional considerable. De este modo,   en junio de 1525 Francisco de Aguilar[10] recibió el permiso para instalar una Venta en el lugar denominado Pinahuizapan (Perote) y en octubre del mismo año, se le autorizó para edificar una casa a manera de Mesón. Dos años más tarde, llegaría otro vecino a este punto, Pedro Anzures, quien fundó el Mesón de San José. Ventas que brindaron el servicio de hospedería a los viajeros y, alimento o pasturas para las recuas de mulas que transitaban por estos lares. 

Las condiciones climáticas, y sobre todo, el aprovechamiento de la agricultura, así como los circuitos o entrecruces de caminos, propiciaron las acciones comerciales. Características que también facilitaron el pronto establecimiento de numerosas haciendas agrícolas, de buena parte de la región peroteña. Es bueno recordar los distintos nombres de haciendas aquí ubicadas como: San José de los Molinos, Tenextepec, Aguatepec o San Antonio Limón, entre otras.

Además de las haciendas, hasta hoy día existen pruebas fehacientes y sobre todo, aún permanecen aquellos muros infranqueables que brindaron la seguridad de la región y del Altiplano mexicano, así como del puerto de Veracruz y Orizaba-Córdoba, La Fortaleza de San Carlos.

EL REAL FUERTE DE PEROTE Y FUNCIÓN MILITAR  

Ante un clima de inseguridad del territorio y de los caminos tierra adentro, se hizo urgente la necesidad de crear una fortaleza en este paso, y pronto atrajo la decisión de Joaquín de Monserrat, Marqués de Cruillas, como Virrey. Quien  analizara bien esta situación, el resguardo del territorio. Una vez que recorrió San Juan de Ulúa, y aun hasta Antón Lizardo, llegó a la conclusión, de que estaba en sus manos el refuerzo de seguridad en ciertos puntos estratégicos. Ante unas costas extensas de lado y lado de la Nueva España, tenía la obligación de  vigilar con más cautela ciertos lugares de fácil acceso. Y de este modo, el Istmo de Tehuantepec, Boquilla de Piedra y, el Altiplano fueron los lugares más socorridos. Perote, el que a pesar de ser un poblado muy pequeño, un caserío donde habitaban unas ciento cincuenta familias de españoles, mestizos e indios. No se menospreció su magnífica posición geográfica, y atrajo sus atenciones por encontrarse en medio del primer y principal Camino Real Veracruz-Puebla-México. Centro neurálgico de resguardo de una gran riqueza material, de diversos talleres así como fábricas textiles de Puebla-Tlaxcala y los alrededores de la ciudad de México. Una decisión sumamente importante y de alto riesgo, por lo que también se vio en la obligación de solicitar permiso y el gran apoyo del rey Carlos III.    

Fortaleza de San Carlos, volver al origen - Identidad Veracruz

El Marqués de Cruillas conformó grupos de milicianos en Xalapa, Puebla, así como también, envió apoyos a la Habana, pero fueron detenidos por los ingleses. Estas desconfianzas, así como los robos en los caminos, lo orillaron a asegurar el territorio novohispano por medio de la construcción de algunas fortalezas y muros de resguardo, particularmente en ciertos sitios[11]. De donde podríamos señalar, que el más seguro y cercano a los objetivos a custodiar, recayó en éste en donde se ubicaría la fortaleza de Perote. Así lo señala Jaime Ladrón de Guevara:   

[…] la Junta de Guerra reunida en septiembre de 1765 acordó reconocer los caminos de Xalapa y Orizaba para el establecimiento de fortificaciones que fueran necesarias contra el desembarco y avance de tropas invasoras hacia el interior del territorio debido a las guerras en que España se vio involucrada durante el siglo XVIII.[12]   

Como se externó, el Virrey se avocó a la erección de una fortaleza en un punto estratégico, con clima favorable a la salvaguarda de alimentos y sobre todo a la pólvora y otros materiales de guerra. La tierra caliente -de Cerro Gordo hacia el puerto de Veracruz- había demostrado no sólo la propagación de enfermedades y pestes; sino también, la pronta descomposición de víveres, municiones y la humedad de la pólvora.

Ya por temores de un ataque  de parte de Inglaterra o por asegurar y secundar el baluarte de San Juan de Ulúa, entre 1770 y 1777 finalmente se construyó la fortaleza de San Carlos[13] por el brigadier de ingenieros don Manuel de Santiestevan quien iniciaría los trabajos. La sabiduría ancestral europea fue de gran utilidad, llegándose a premiar a Santiestevan, no sólo debido a ser esta obra un ejemplo en estilo, sino sobre todo, por considerársele como pieza única y estratégica de defensa militar en tierra, con un costo de 659 856 pesos.  

DE FORTALEZA A COLEGIO MILITAR Y REFUGIO DE EXILIADOS EN SIGLO XX

De acuerdo con Federico y Laura Roesch, en su libro: Estación Migratoria de Perote, la idea de establecer un Colegio Militar no era algo nuevo, pues ya el Reglamento para la Artillería de la Nueva España señalaba el establecimiento de un Colegio Militar desde muy temprano.

Los orígenes del Colegio Militar arrancan desde 1722 cuando por Orden Real de 12 de mayo se organizó en España la clase de Cadetes, misma que por disposición del Virrey don Miguel José de Azanza se creó en México en el año de 1798.[14]    

En 1765 ya se había ordenado la construcción o establecimiento de una plaza “para la instrucción de oficiales y tropas de este cuerpo, una escuela práctica de artillería en Veracruz y otra en México según el método que se sigue en España”. Sin embargo, de acuerdo con las prioridades político-económicas y sociales del momento, finalmente, no se llegó a su construcción o erección de una institución de esta índole.

Ante las ambiciones y, sobre todo, debido a las políticas prevalecientes de monopolio de la plaza productiva y comercial novohispana, no había cabida en las escalas militares. Ni criollos ni mestizos podían escalar o desempeñar altos grados del Ejército. Mucho menos se permitía que los jóvenes mestizos sirvieran dentro del ejército en la clase de cadetes, categoría asignada a los aspirantes a oficiales. Este término de igual manera se aplicó en ciudad de México, para designar al personal en instrucción que deseara ser  la larga oficial.

Fuertes razones para que el Brigadier Diego García Conde propusiera en 1817 al gobierno virreinal la creación de una escuela para que los cadetes recibieran una enseñanza uniforme de todos los conocimientos necesarios a la profesión de las armas. Sin embargo, la idea y propuesta, llegó en otro momento, con grandes dificultades socioeconómicas, y sobre todo, políticas; en el álgido momento de la independencia, otra barrera negaba su establecimiento. Sin embargo, García Conde fue nombrado Director General del Cuerpo de Ingenieros, y finalmente, propuso se creara un Colegio Militar para la formación de oficiales para todas las armas del Ejército.

Veracruz, cuna del heroico Colegio Militar 1823-2023

En 1822 siendo emperador Agustín de Iturbide, bajo la idea de pacificar buena parte del territorio, la Academia Militar quedó instalada de forma provisional en el edificio que antes ocupara el Tribunal de la Santa Inquisición. Diego García Conde, debido a sus gestiones y persistencia, todo ello le fue reconocido, para que al final quedara como primer General Brigadier. Un año más tarde, los sucesos que marcarían grandes transformaciones en el ámbito militar traería otros cambios al Colegio. El último reducto de la guarnición española se fortificó en San Juan de Ulúa, por lo cual el general Guadalupe Victoria, ordenó el asedio a la plaza. Y una vez consciente de que la espera se prolongaría y hasta compleja sería; propuso al gobierno general que reuniera a todos los cadetes que hubiese en los cuerpos del Ejército y los llevaran al Castillo de San Carlos en Perote, para que ahí recibieran su educación militar. Movimiento que tenía también el objetivo de poder hacerles un llamado, en caso de ser necesario su pronto apoyo militar.

José Joaquín de Herrera - Wikipedia, la enciclopedia libre
José Joaquín Herrera

 En octubre de 1823 el general José Joaquín Herrera, Ministro de Guerra y Marina, una vez que sondeó la situación de constantes asonadas y las condiciones políticas por las que atravesaba la incipiente nación mexicana. Nuevamente se inclinaron por reactivar este punto geoestratégico. J.J.Herrera   expidió un Decreto, mismo que creó de manera más oficial el Colegio Militar y ordenó su traslado del edificio de la ex-inquisición a la fortaleza de San Carlos. Denominándosele de este modo, Colegio Militar de Perote, el que dependería de la Comandancia General del puerto de Veracruz. Muy bien citado por la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias:

La formación de oficiales para la Marina de Guerra data de 1824, año en que la Escuela Militar recién creada en el Castillo de San Carlos en Perote, Veracruz. El 29 de noviembre de ese año se enlistaron 18 aspirantes que se enviaron a Tlacotalpan, donde el 14 de enero de 1825 empezó a funcionar la escuela y el 19 de marzo de 1827 se cambió a Córdoba, hasta que en el año de 1836 se clausura.[15]    

Una vez que se fueron pacificando buena parte de los levantamientos armados en el territorio mexicano, pero sobre todo, con la promulgación de la primera Constitución de los Estados Unidos Mexicanos; en 1829 los nuevos gobernantes optaron por el traslado del Colegio Militar de Perote a la ciudad capital México, instalándose en el antiguo convento de Betlemitas. Las difíciles condiciones, las invasiones de las potencias del momento, fueron determinantes para que el Colegio Militar entrara en un periodo itinerante, y de este modo, hacia 1837 se trasladó al edificio del “Convento de las Recogidas”, ubicado en la calle que actualmente conocemos como del Médico Militar. Entre las avenidas de Fray Servando Teresa de Mier y Pino Suárez, donde esta institución vivió su primera experiencia en armas y donde permaneció hasta 1841.                   

La fortaleza de San Carlos tuvo diversas funciones, si bien se inició con objetivos militares, en sus primeros tiempos fue utilizada como se ha señalado, hospital. Pero también ha contado y con mucho dentro del poder político; esto si recordamos que fue resguardo de ciertas personalidades como el primer presidente de México, Guadalupe Victoria. Fue visitada por Maximiliano de Habsburgo quien se interesó en su reconstrucción. Y más tarde, en los primeros años del siglo XX San Carlos se mantuvo entre el abandono y la constante ocupación temporal. En medio de la inestabilidad Venustiano Carranza, ante las continuas guerras de guerrillas puso énfasis en la reconstrucción de este baluarte; toda vez que le sería de mucha utilidad, para el acantonamiento de sus tropas. En mayo de 1920, a  la muerte de Carranza nuevamente San Carlos cayó en el abandono.

La fortaleza de San Carlos en Perote, Veracruz

Sin embargo, nuevos acontecimientos mundiales en la década de los treinta del siglo XX traerían buenas nuevas para esta fortaleza.  En 1936-39 con la Guerra civil de España y el arribo de Francisco Franco, la sociedad española que atravesaba por difíciles y hasta críticos momentos, tuvo que determinarse el exilio de hasta 400 000 españoles. Félix Gordón Ordás como Embajador Republicano de España en México empezó a intercambiar diálogos con el gobierno federal, para que en cierto momento en que fuera necesario, el régimen mexicano apoyara el traslado de españoles a estas tierras. Lázaro Cárdenas puso énfasis para localizar un lugar en donde pudieran trabajar y vivir tranquilamente. Como bien lo asientan Federico y Laura Roesch, desde principios de mayo de 1938:

         […] comenzaron a llegar al puerto de Veracruz los barcos Siboney, Mexique, Isere, Sinai, Ipanema, Champlain, Orizaba y Flandre con contingentes de exiliados. Entre 1939-1940 más de mil exiliados fueron refugiados en la fortaleza de San Carlos, rehabilitada por órdenes de Lázaro Cárdenas, como presidente de México. Donde permanecieron por un tiempo, mientras se iban acomodando en otros lugares de la región como Altotonga, Jalacingo y Teziutlán.[16]             

SAN CARLOS EN PEROTE O LA ESTACIÓN MIGRATORIA

Tanto de hospedaje, como cuartel militar, así como de cárcel San Carlos que se conforma de algunas salas con gran seguridad; como se ha visto, a través de la historia veracruzana ha desempeñado diversas funciones. En la década de los años treinta fue un recinto de resguardo de ciertas personas, considerados de riesgo; aquellos políticos de ideas nazi-fascistas o ciertos alemanes dedicados al espionaje. Quienes intentaban conformar una fuerza política en México. Estos se encontraban distribuidos en la sociedad como comerciantes, profesionistas, representantes gubernamentales, pequeños propietarios de fincas o enclaves agrícolas. Una nueva fuerza nazi-fascistas que fue creciendo de manera alarmante y con ciertos riesgos, por lo que debía erradicarse.

De esta manera,  el gobierno del general  Cárdenas, se vio envuelto en un escenario por demás complejo, entre el desprecio de los Estados Unidos y la Segunda Guerra Mundial. Alemania parecía finalmente entrar en negociaciones con el petróleo mexicano. De acuerdo con los intereses tanto de Estados Unidos como de México, en esta etapa de la Gran Guerra fue necesaria la organización de una agrupación o Comisión Binacional, para la defensa conjunta, para lo cual también se contempló el uso del espacio aéreo. Otra de las buenas nuevas fue que se creó la Región Militar del Pacífico y el Escuadrón 201 entrenados por la milicia estadounidense, llegando a desempeñarse destacadamente, en su momento.

En la década de los cuarenta durante la Guerra fría, una vez que México entró en conflicto con Alemania. La posición política de México, pero también como frontera de Estados Unidos, al primero le tocó enfrentar a aquellos que pertenecían al grupo del Eje (Italia, Alemania y Japón). Una posición que se recrudeció hasta darse algunos fuertes sucesos en donde algunas embarcaciones fueron hundidas por fuerzas militares alemanas. Dentro de esas tensiones entre México-Estado Unidos-Alemania; las de México con los germanos iría en crecimiento debido a los sucesos realizados el 13 de mayo de 1942, cuando el buque “Potrero del Llano” fue atacado frente a las costas de la Florida por un submarino alemán. Siete días después, igual destino tuvo “El Faja de oro” cuando éste regresaba hacia Tampico, una vez entregado el crudo en los Estados Unidos. Fuertes motivos para que el gobierno mexicano tomara ciertas acciones, como repatriar a todos aquellas germanos establecidos en este territorio mexicano, o gente indeseable decían. Y así también Inclán Fuentes Inclán lo expresó:

Como miembros del Servicio de Inteligencia Naval y Militar alemán. Se mencionaba a Karl Ricowsky, Karl Friedrich von Schleebrügge y Hugo Setzer, este último activo en Mazatlán. Como agentes Nazis en el norte del país se señaló a Otto Guido Maebious (Monterrey), Werner Barke (Tampico) Federico Hey (Tijuana) y a Horst Hennings (Hermosillo). La formación de la SER mencionaba a dos viajeros, Palaus Pliska que llegó de Perú en enero de 1940 […] La única mujer enlistada Martha Preussner, era acusada de agente activa, por haber sido secretaria de la Baronesa Collenberg, esposa del Exministro plenipotenciario de Alemania en México. La lista continuaba con Kurt Schlenker al que se identificaba como jefe de las juventudes Hitlerianas. Mientras que Alejandro Holste y Hans Helerman se señalaba como jefe del espionaje y como jefe de organizador de las fuerzas de choque, respetuosamente.[17]

Prontamente, los gobiernos del país vecino montaron una dura crítica y, sobre todo, iniciaron una agitada política de deportaciones, no sólo de México o de los Estados Unidos, sino de casi toda América. Y de esta forma se divulgaron una serie de políticas de deportación para acabar a nivel continental con las organizaciones alemanas, nazi-fascistas en el continente. En el caso de México, de parte de los estadounidenses se propagó una fuerte crítica y represión en contra de los indeseables, o peligrosos; los cuales debían ser deportados a aquella nación norteamericana. Alemanes, japoneses e italianos fueron perseguidos y deportados. Política a la cual también se sumaron: Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Bolivia, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Ecuador y Colombia. A excepción de Argentina quien cobijó y se unió a los alemanes; de todos ellos, sumaron 4. 058 alemanes, 2, 264  japoneses y 288 Italianos.

Guadalupe Victoria

En el año de 1942 la misión de la fortaleza de San Carlos como apartamiento no fue un caso aislado; pues en este año se crearon una multitud de los que un gran número podía verse en Estados Unidos, Perú y Brasil. Por este año también en la Estación Migratoria, San Carlos, cohabitaron dos grupos, puesto que La fortaleza se instituyó como prisión política en la que se internaron junto con los marineros varias decenas de extranjeros. Alemanes en su mayoría y acusados principalmente de los delitos de espionaje y desobediencia a las órdenes de concentración. Aunque en menor medida, también se hablaba de los delitos de sabotaje, disolución social y propaganda. Con base en los datos de la población total de la estación, podemos ubicar en su justa dimensión el tema del espionaje y el fantasma del quintacolumnismo[18]. Ya que la población total en San Carlos fue de aproximadamente 605 personas a lo largo de más de tres años de funcionamiento. De los cuales sólo 85 fueron recibidos por razones políticas, es decir, el 14% del total.

Si bien, durante buena parte de la historia de esta construcción colonial, y debido a sus condiciones de semi-aislamiento y algunas salas o cubículos de seguridad, de excelente clima para ciertos fines militares; durante algunas etapas de guerra o revolución, pero fundamentalmente, de acuerdo con algunos sucesos mundiales, ésta funcionó de resguardo de víveres, de pertrechos de guerra o de cárcel. Ya en estos últimos años del siglo XXI su uso y utilidad será diferente. Pues según algunos criticaron, que esta etapa en su desempeño como presidio, había traído negatividad y hasta ignorada había sido por buena parte de la sociedad peroteña. Esa capa nebulosa de desaprobación de San Carlos; podría obtener brillo, y hasta productiva podría ser, analizando y poniendo en práctica las nuevas políticas de urbanismo profesional de la primera parte del siglo XX, como se verá en el siguiente capítulo.                                                  

SAN CARLOS; OCUPACIONES Y UTILIDADES OPCIONALES DE UNA SOCIEDAD DE SIGLO XXI

El tipo de construcción militar similar a San Carlos no fue común en tierra adentro, generalmente lo encontramos en puntos clave de las costas del mundo; donde aún hoy día se escucha el barullo de los mares y el canto del aire. Un atractivo visual y de ambiente natural, para algunos de los que hemos tenido la oportunidad de disfrutar en una puesta de sol o atardecer en los Tres Reyes de El Morro o San Carlos de la Cabaña en la Habana o Santiago de Cuba, donde gracias al turismo se ha impulsado la revitalización de estas instalaciones. Asimismo, en Portobello, y desde luego en Cartagena de Indias, el turismo ha sido la fuente primordial para la continuidad vital de estas bellas estructuras medievales y coloniales. Aquí en México, podemos ofrecer ejemplos de aquellas fortalezas  establecidas en las costas del Pacífico en el Muelle de San Blas, Nayarit, Acapulco o San Juan de Ulúa  en el Golfo de México.

Es de buen gusto señalar que estas políticas son producto de ciertas leyes y decretos iniciadas desde las primeras décadas el siglo XX en el orbe. Y de ahí el impacto que han tenido en México. Por citar ejemplos: debemos decir que Lecumberri se ha convertido en Archivo General de la Nación; la Ciudadela en Biblioteca; los conventos del Carmen en Morelia, de la Concepción de San Miguel Allende y San francisco en Pachuca; han sido transformados en Casas de Cultura. El convento de San Francisco en Zacatecas, se ha reutilizado como Museo Rafael Coronel y Centro de Convenciones. Aquí en Veracruz, el Palacio de los Condes del Valle de Orizaba, funciona como una tienda de gran afluencia, en tanto que otros, ofrecen el servicio de oficinas bancarias. Otras más,  han sido reconstruidas y aprovechadas como hoteles de gran lujo o, para realizar retiros espirituales. Otras tantas como elegantes salas, en donde jugar billar, Karaoke y poder tomarse unos tragos, sin convertirla en cantina necesariamente (sólo Centros recreativos).

Fotos en Fortaleza De San Carlos - Perote, Veracruz-Llave

Como siempre, San Carlos será influido por ideas y sucesos internacionales. Estas innovaciones no son más que ciertas políticas mundiales, las que traerían nuevos visos para con el patrimonio artístico y arqueológico de la humanidad. Podemos afirmar que desde 1931 con la Carta de Atenas (1931), ya iniciaba una campaña de restauración y resguardo. La que consistía en que todos los Estados defensores de la civilización debían coadyuvar para la conservación de todos los monumentos artísticos e históricos. Y como primer objetivo se externó que el cuerpo de intelectuales debían apoyar para lograr esta importante meta. Donde la opinión de la Oficina Internacional de Museos sería también de gran utilidad. El segundo anhelo, era que se debían ocupar estos edificios y monumentos de tal forma que, se asegure la continuidad y utilidad vital. Ya que estos afanes son fundamentales para fortalecer la interrelación de afecto y  respeto al pueblo. Y en tales circunstancias, se solicitó también la instrucción a niños y jóvenes, para que juntos respaldemos esta salvaguarda y utilidad popular y de la humanidad. Una casi eterna huella de otros tiempos, otros intereses y otras circunstancias, muy necesarias para el enriquecimiento de nuestra enseñanza histórica y  cultural.

En este matiz, La Nueva Carta de Atenas de 1998,[19]  fue más allá. Apunta que el papel planificador urbano en este proceso debe consistir en proporcionar una visión de futuro de las ciudades e ilustra, así como inspira a los jóvenes, ciudadanos del mañana. Y es dedicado tanto a urbanistas profesionales, como a políticos. Estos se ocupan de la demografía y vivienda, considerar y ser sensibles a la tendencia y aceptación de la mayor diversidad de grupos sociales. Así como suavizar la pobreza y la escasez de recursos, mediante una estrategia coordinada para también revitalizar la comunidad. Los urbanistas profesionales deberán considerar seriamente, las nuevas ideas referentes a una cohesión social cada día más fortalecida.

Y como gran parte de estas políticas que son fundamentales para llevar una vida social cada vez más de contacto y sensibilidad a la vida misma; estos conocimientos deben impartirse en las escuelas de primeras letras. La finalidad o punto nodal es construir ciudades cada vez más sustentables, cuidando la vegetación y el medio ambiente. Pero, sobre todo, la urgente necesidad de la salvaguarda del patrimonio[20] urbano. En una sociedad cada vez más globalizada de ciudadanos de siglo XXI, esperan tener más opciones y mayor diversidad dentro del conjunto de viviendas, productos servicios e instalaciones que la ciudad puede ofrecer. Con lo cual también se espera, que estas ciudades sustentables, o centros pluri-funcionales, mejoraran el nivel de vida de la humanidad.

En donde la construcción de espacios abiertos, deben facilitar el contacto directo entre los ciudadanos; así como acrecentar y reforzar cada día más los valores humanos, por medio de las interacciones sociales, con sociabilidad más frecuente. Y de igual modo, se dará más valor a los paisajes naturales, pero también al ambiente sociocultural. De donde, a pesar de su suma importancia, la ciencia y la tecnología, éstas deben equilibrarse; para respetar y salvaguardar los paisajes naturales, fuentes beneficiosas para el aumento de otro ámbito crucial de México, el turismo. Éste es otro de los renglones que también debe ser muy socorrido en México; debido a la existencia de una diversidad de paisajes naturales. Asimismo, la Carta de Venecia aportó diversas ideas similares.

Todo listo para rehabilitar la Fortaleza de San Carlos, en Perote: Eric  Cisneros

Fue por ello que, con base en estas nuevas ideas, pensamientos y acciones, en 1972 en México fue promulgada la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos. No obstante, como todo proceso social, sus acciones han ido caminando sutilmente. Muchos edificios, monumentos y castillos aún se encuentran en abandono, lo que desafortunadamente ha contribuido a su rápido deterioro. Por todo y con base en estas Cartas, se recomienda la reconstrucción y rehabilitación de muchos edificios y el saneamiento de los monumentos, logrando cumplir con la política de revitalización de éstos. Prolongar la vitalidad de la mayoría es lo mejor para nuestra sociedad y ciudades presentes y futuras.

A fin de cuentas, podemos afirmar -haciendo referencia a San Carlos- que  estos vetustos, enmohecidos y gruesos muros, a través del tiempo han cumplido con diversas funciones; pero no sé si desafortunada o afortunadamente, jamás pudo demostrarse su verdadera función, como pieza única en la arquitectura de defensa militar. Sin embargo, aún existen esperanzas de reutilizarla dentro del México de siglo XXI, haciendo de esta fortaleza, una plataforma comercial; como base comercializadora y abastecedora de las mercancías agrícola-ganaderas. Haciendo de San Carlos una bodega de frutos y hortalizas de la región. De ciertos productos eléctricos, baterías o nuevos energéticos e innovaciones tecnológicas con base en el litio. Todo lo cual no sería tan lejano si prolongamos las vías férreas al Istmo de Tehuantepec.  Y así funcionaría como bodega de materias primas o aparatos ya acabados, producto de los nuevos hallazgos técnicos y científicos.

De igual modo, frente a un Estado-nación fortalecido también se puede reutilizar como museo, talleres de artesanías, artes y oficios o Archivo Estatal. Y ya por último, como se ha demostrado, estas construcciones portentosas han sido reutilizadas en diversas etapas para continuar su presencia y vitalidad a través de la historia veracruzana. Como se ha plasmado, los planes y proyectos mundiales no son tan modernos; pero tampoco aquellos vetustos y enmohecidos muros son tan viejos; cuando aún hay posibilidades, ideas e impulso para su uso y prologar su vitalidad; en la última hora, los ánimos de progreso, siempre estarán vigentes.   

Desafiando al tiempo, aquí en Perote, Veracruz aun de pie se encuentran estos envejecidos muros, retando los embates de la intemperie; pero ya no de las armas. Retando, pero también en espera del resguardo de los anhelos del progreso económico de los mexicanos, y sobre todo, de los veracruzanos.   



BIBLIOGRAFÍA:

  • Bonialian Mariano China en la América colonial. Bienes mercados, comercio y 2014     cultura de consumo, desde México hasta Buenos Aires. Instituto Mora, ConacyT, Edit. Biblos, México.    
  • Cadena Bautista Gilberto y Carpinteiro Benito 1992 Perote y la fortaleza de San Carlos. Historia y señorío 1776-1992. Gobierno del Estado de Veracruz, Dirección General de Prevención y Readaptación Social, Xalapa, Veracruz. 
  • Diez Alfonso 2013 El origen y la importancia de Perote en la vida y en la historia de México.  
  • H. Legislatura LVIII. Heroicas Instituciones Nacionales. Comisión de reglamentos y prácticas parlamentarias.
  • Inclán Fuentes Carlos Perote y los Nazis. Las políticas y control de vigilancia 2013 del Estado mexicano a los ciudadanos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (1939-946), Gob. del Estado-UNAM. 
  • Juárez Martínez, Abel Crónica de un ecocidio. El llano de Perote. Google    
  • Ladrón de Guevara Zárate Jaime D. 2004 La fortaleza de San Carlos: Restauración propuesta de nuevo uso. Tesis de maestría, Universidad Veracruzana. 
  • Roesch Dietlen, Federico y Roesch Ramos Laura, Doctores Estación migratoria de Perote. 

  • [1]Potosí, Perú y el norte de la Nueva España: Nueva Galicia y partes del Reino de México (Zacatecas, Hidalgo, San Luis Potosí, Guanajuato) aportaron enormes fortunas. Hoy reflejadas en aquellas magnas y bellas arquitecturas, así como majestuosos monumentos de España.   
  • [2] Bovinos y equinos.
  • [3] Comprendía los hoy estados de Veracruz, Oaxaca, Puebla, México y Valladolid (Mich.).
  • [4] Bonialian, Mariano, 2014, p.30.
  • [5]Entendida ésta como punto fortificado capaz de contener la guarnición conveniente y desde el cuál puede ser defendida una plaza, una puerta, un río o algo muy importante. Tal cual se construiría en este denominado Perote, Veracruz.
  • [6] Bonialian, Mariano, 2014.p.p. 27-28. 
  • [7] Las Ventas de don Francisco Aguilar y Pedro Anzures, este último hombre fuerte y alto, “Pedrote”, finalmente derivó en Perote.
  • [8] Camino Real: aquel que era aceptado por el Rey (oficial)
  • [9] Juárez Martínez Abel, Crónica de un ecocidio; el llano de Perote, p.58. 
  • [10]De acuerdo con Alfonso Diez, en la segunda década del siglo XVI se dieron algunos permisos para Instalar algunas Ventas: 20 de junio de 1525 en Pinavizapa (Orizaba); el 1º de octubre de 1525 entre Medellín y Villa Rica del puerto de Veracruz; y otra el 1º de diciembre de 1525 para instalarla en un sitio denominado La Zabana de Chiltepec.   
  • [11] Cerro Gordo, el puente del Rey, fueron construcciones estratégicas meramente militares, de salvaguarda en Veracruz.
  • [12] Ladrón de Guevara Zárate Jaime D. p. 31. 
  • [13] Hacia 1783, esta magna construcción de cal y canto ya está conformada por ciertos elementos de tipo militar como son cañoneras, almenas, fosos y cuatro bastiones o baluartes llamados de San Carlos, San Antonio, San Julián y San José. En los dinteles de cada uno de los garitones de dichos baluartes se grabó en piedra la efigie del santo correspondiente. El fuerte contaba con 6 cañones de 24”, 8 de 16”, 10 de 12”, 12 de 8” y 14 de 4”. Además de 3 pedreros, 3 morteros de 12” y 3 de 9”. Un arsenal de 800 bombas, veinticuatro mil granadas de mano, seis mil balas de 24”, ocho mil de 16”, diez mil de 12”, doce mil de 8”, catorce mil de 4”, y una gran cantidad de avantrenes, cajones y demás útiles que habían originado un gasto de más de $40 000. 00 pesos por sus traslado desde Veracruz puerto (Ladrón de Guevara Zárate, 2004, p.35).
  • [14] LVIII Legislatura, Heroicas Instituciones Nacionales. Comisión de reglamentos y prácticas parlamentarias.p.992.
  • [15] Legislatura LVIII. Cap. VIII  Heroicas Instituciones Militares Nacionales. Comisión de Reglamentos y Prácticas parlamentarias, p. 997.
  • [16] Roesch, Federico y Laura, Estación migratoria de Perote, p. 20.  
  • [17] Inclán Fuentes, Carlos, 2013, p.120.  
  • [18] Sector de la población que mantiene ciertas lealtades en una situación de confrontación bélica (reales o percibidas) hacia el bando enemigo. Debido a motivos económicos, religiosos, ideológicos o étnicos.  
  • [19] Normas del Consejo Europeo de Urbanistas (Bélgica, Dinamarca, Alemania, Grecia, Francia, Irlandia, Italia, los Países Bajos, España, Portugal y Reino Unido) Unidos conformando el Consejo Europeo de Urbanistas. 1995-1998.   
  • [20] Entendiéndose el patrimonio como un elemento clave que determina la cultura y el carácter europeos frente a los de otras regiones del mundo. El carácter de una ciudad está determinado por la calidad de sus edificios y la configuración de los espacios entre ellos. Esto es de suma importancia, toda vez que en gran parte del mundo se están destruyendo gran parte de los monumentos y construcciones históricas y artísticas; lo cual es debido a la inadecuada construcción de espacios.   
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Maestro en Ciencias Políticas (Universidad de París VIII, 1976), y doctor en Historia (Univerisdad de Paríz VIII, 1980), tiene además estudios posdoctorales en la Universidad Libre de Berlin, (1986). Es investigador desde 1973 en el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales y Docente en diversos programas de licenciatura posgrado en las Facultades del Área Académica de Humanidades y profesor invitado en otras instituciones nacional y extranjeras. Secretario Académico de la Universidad Veracruzana hasta agosto del año 2009 y anteriomente, Director General del área Académica de Humanidades; Director del Instituto de Investigaciones Humanísticas; Jefe del Centro de Estudios Históricos y Director Interino de la Facultad de Socilogía del Universidad Veracruzana. Autor y coautor de libros y ensayos sobre Historia Regional y Política, educativa y cultural de Veracruz.