Tamiahua: el precio de la libertad durante el virreinato

Las Memorias, Testamentos o Codicilos nos ofrecen una mirada introspectiva a la vida social de la colonia. Se traslucen también las necesidades de los esclavos, a los que no les era posible manifestarse de viva voz.

Hoy que ha vuelto la atención sobre la población africana en México, a donde fueron traídos como esclavos, y así estuvieron en esa injusta situación hasta mediados del siglo XIX, es interesante saber los precios en que los mismos se vendían a los interesados en poseerlos.

   Las Memorias, Testamentos o Codicilos nos ofrecen una mirada introspectiva a la vida social de la colonia. Se traslucen también las necesidades de los esclavos, a los que no les era posible manifestarse de viva voz.

11 millones de africanos llegaron a América entre 1525 y 1866 - Gaceta UNAM

   No eran publicados los precios, que variaron según la época y servicio, así como por su edad y sexo. Sin embargo, en un juicio efectuado en la población de Tamiahua, Veracruz, a causa del fallecimiento de un señor de apellido Casados, y por ausencia de un testamento, los jueces los valorizaron con la finalidad de hacer el reparto a sus herederos.  El capitán Casados era un rico propietario del lugar, que poseía, además de otros bienes, numerosos esclavos.

    Este juicio nos ilustra al respecto durante el siglo XVIII, además del precio que juzgaron, de las injusticias adyacentes a la esclavitud, como el caso de una anciana de 90 años, vieja y enferma, a la que los propietarios declararon por libre, a fin de no tener que pagar por el entierro de la misma.


Gaspar Yanga, el primer libertador de América - México Desconocido

LISTA DE ESCLAVOS

  • Alejo Sequera, atesado, de 45 años 150 pesos
  • Matheo López 50 ps.
  • Anttonio Cardoso, de edad de 67 años 60 ps.
  • Alejandro Anttonio, de 37 a 38 años 200 ps.
  • Marcelo de los Santos Juárez, de 30 a 31 años 250 ps
  • Nicolás Tolentino, 30 años poco mas o menos 100 ps.
  • Nicolás Jacintto Juares, de 28 años 200 ps.
  • Francisco Anttonio Juares, mulatto de edad de 24 años 200 ps.
  • Phelipe de Santiago, de 12 años 125 ps.
  • Pabla Sequera, de edad de 32 años 200 ps.
  • Casilda de Lima, de 55 años de edad 100 ps.
  • Juana de los Santos, de edad de 90 años, que, por su avanzada edad y enfermedades, declararon por libre 00 ps.
  • Mattiana Sequera de edad de 60 años, enferma e inválida, que apreciaron en 25 ps.
  • Rosalía Damasia Juarez, de edad de 18 años 250 ps.
  • María Francisca, de edad de 22 años, que, según su estatura, apreciaron en 150 ps.
  • Juan Marzelo, de 35 años 150 ps.
  • Lucrecia Gertrudis, hija de María Francisca 40 ps.
  • Phelipa Varrios, de edad de 39 años 100 ps.
  • Pasquala Barrios, de 26 años, se le da libertad por a ver criado a los hijos del amo, y se le regalan 12 vacas, 4 yeguas y dos caballos 00 ps.

Total de la Esclavonía 2,340 ps.


Aún en 1820, ya próxima la independencia de México, todavía se practicaba la separación de las llamadas “castas”, aun en los entierros. En las partidas de entierro de la villa de Tamiahua, Ver., se aprecia que los españoles y los mulatos eran enterrados en sitios diferentes, no alcanzando igualdad en este mundo, ni a la hora de la muerte.

1820 – Libro de Entierros. “En esta parroquial Iglesia de Tamiahua, a los 29 días del mes de julio de 1820,yo, el infrascrito Cura encargado de la sepultura eclesiástica al cuerpo de N., de 50 años, viuda. Sus hijos […] no quisieron enterrarla como española que era, sino como mulata, y aun así eligieron enterrarla de limosna en el cementerio, pero avisaron de este trato que hicieron conmigo, y la enterraron junto a las gradas del Presbiterio de la Iglesia, con cajón de pompa, convidados los principales con luz en mano cada uno, y con toda pompa y ostentación, por hacer burla de mis órdenes; y para que en todo tiempo conste, cito para escarmiento, y firmo. Fray Juan Francisco Antonio de la Vega.” (Cfr. Archivo Parroquial de la villa de Tamiahua, Ver.) 

Tamiahua, pueblo pesquero de Veracruz, Playas de Mexico

   En la región Huasteca (de Veracruz), con excepción de algunos poblados de indígenas de raza pura, “no hay villa que desde el inicio del virreinato no registre negros y mulatos, esclavos y libres”. Santisteban del Puerto (hoy Pánuco, Ver.), fundada en 1522 por Hernán Cortés, ya en 1550 contaba con 120 vecinos entre españoles, indios, negros y mulatos. Por 1601 tenía 44 españoles, 509 indios, 14 negros cautivos, 39 negros libres, y 34 mulatos. Tampico (Pueblo Viejo) 226 vecinos: 56 españoles, 11 mestizos, 98 indios, 33 mulatos y 26 negros, con el detalle que tan sólo había 36 españoles varones y 9 mujeres españolas. Ozuluama tenía en 1790: 1,149 habitantes, entre ellos 32 españoles, 392 indios, 719 mulatos y 6 “de otras castas”. En 1778 Tamiahua tenía 40 familias de españoles, 460 de indios huastecos (téenek) y mexicanos (nahuas), y 400 fams. de negros y mulatos. En la Huasteca tamaulipeca, Altamira (población fundada en 1749), registra en 1767, “87 fams. de españoles, mulatos y negros, con 283 personas, por las familias que se han casado, y otras que se han venido a vivir de Tampico (Pueblo Viejo, Ver.), de la Huasteca, Papantla, y Tamiagua […] En dicha villa […] casi todos sus pobladores son negros y pardos…” (Cfr.) Bibl. Nal.  de México, Fondo Franciscano, Cajas 40, 41 y 44) y reporte de Fray Joaquín Manzano).

La última gran rebelión de esclavos en la región azucarera

   En 1762, con la toma de La Habana por los ingleses, el marqués de Cruillas fortificó la Nueva España dando origen al primer ejército que tuvo el país. En Veracruz, dos Compañías de Granaderos, una de negros y otra de mulatos. Debido a su clima, no se podían tener grandes depósitos de víveres, y era necesario vigilar la costa, por lo que se recurrió a los habitantes ya aclimatados, como los negros y mulatos, a los que después se les llamó eufemísticamente “Compañía de Pardos y Mulatos”. Se debe aclarar que se trataba de individuos ya libres.

    Todas esas familias como es natural, se fueron uniendo en un mestizaje, aportando a los mexicanos su fenotipo, cultura y conocimientos, y enriqueciendo la raza que hoy ostentamos con orgullo.

María Luisa Herrera Casasús
Tampico, Tam., 7 de febrero de 2023.

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