¿Cómo regresar a la grandeza de hace 3 mil años?

México tiene una ubicación geográfica privilegiada porque sirve de enlace, de puente, de conmutador, de vínculo, entre Anglo América y Latinoamérica. Ocupamos el lugar 9 en petróleo, 11 en población, 13 en extensión, 14 en economía, 16 en inversión extranjera.

MÉXICO EN EL MUNDO

Miguel Basáñez Ebergenyi

Comencé hace varios años a preguntarme: ¿cómo puede México regresar a la grandeza y prosperidad pre-colonial de los 3 mil años de la civilización Maya o al esplendor y poder del imperio Azteca? No es una exageración. Me explico. Cuando España se encontró con las Américas en 1492, la capital azteca era 50% más grande que Nápoles, la ciudad europea más grande de aquel entonces. Tenochtitlán tenía 225,000 habitantes mientras que Nápoles sólo tenía 150,000. Los 3 siglos posteriores a la conquista española, México se mantuvo más rico y más próspero que las pobres y dispersas 13 colonias que se convertirían en los Estados Unidos de hoy. La supremacía en las Américas comenzó a revertirse después de la Revolución Americana de 1776.

ITALIA, NÁPOLES

¿Por qué?

La búsqueda de una respuesta a estas preguntas me llevó a escribir Un Mundo De Tres Culturas, como un intento de resumir el desarrollo mundial de los 3 bloques económicos: Asia, Europa y las Américas y de las 3 culturas globales: honor, logro y alegría. La pregunta específica sobre el papel de México en el mundo hoy, es muy difícil y provocativa. Buscando la respuesta le pedí ayuda a una docena de libros que les recomiendo ampliamente y con un hilo común, una perspectiva macro-histórica y global: El Gen Egoísta; La Física del Futuro; Armas, Gérmenes y Acero; Colapso; Por qué Fracasan las Naciones; Los Mejores Ángeles de Nuestra Naturaleza; Rompiendo el Hechizo; Los Orígenes del Orden Político; La Llegada de la Sociedad Postindustrial; Las Contradicciones Culturales del Capitalismo; Comprendiendo el Proceso de Cambio Económico; Medir Erróneamente Nuestras Vidas; y La Próxima Década Para tratar de responder, dividiré mi exposición en tres partes: primero, el ascenso y descenso de los EEUU; luego, el mundo hoy; y, finalmente, México y nuestro futuro.

EL ASCENSO Y DESCENSO DE LOS ESTADOS UNIDOS

Estados Unidos fue fundado por parejas de jóvenes granjeros protestantes con hijos pequeños huyendo de las persecuciones religiosas europeas y buscando un pedazo de tierra fértil para trabajar duro, sin ningún líder que seguir. Ningún otro país del mundo siguió ese camino. Latinoamérica fue fundada por solteros españoles y portugueses católicos que buscaban principalmente sexo, poder y dinero, siguiendo las órdenes de sus Coronas para extraer oro y plata, utilizando la abundante población de los nuevos territorios. No se puede pensar en un comienzo más polarmente opuesto que el de Anglo América y Latinoamérica. Entre los fundadores protestante de Nueva Inglaterra, fueron muy altos los niveles de confianza interpersonal y la ética de trabajo, así como su amor por el estudio y el debate adversarial. Entre los fundadores de Latinoamérica, prevalecieron los valores opuestos.
Esos tres valores (confianza, trabajo y debate) se convirtieron, primero, en tradiciones y más tarde en políticas públicas, leyes e instituciones que explican 150 años de prosperidad de la independencia a la 1ª Guerra Mundial. Desgraciadamente, a principios del siglo XX, el éxito tecnológico y la riqueza lentamente acumulada de los EEUU en casi tres siglos, rompió la tradición de la ética protestante de ahorro y austeridad. Se disparó el apetito por la gratificación instantánea y el alto consumo. Este desenfreno consumista se interrumpió apenas unos cuantos años por la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, pero se retomó con furia al final de la Guerra. Esta nueva tendencia de gratificación y consumismo marcó el comienzo de un declive que hoy se conoce como capitalismo tardío y luego se profundizó con 2 medidas adicionales relativamente recientes: 1 – la eliminación en 1987 de la Ley de Equidad Informativa y 2- la eliminación, 23 años después, en 2010, de los topes de campaña. Es decir, de los topes a los donativos económicos para las campañas políticas. La Ley de Equidad Informativa exigió durante 50 años que TODOS los medios de comunicación mostraran ambos lados de cada argumento, siguiendo el modelo inglés de la BBC. La eliminación de esa ley impulsó la creación de cadenas de radio y TV de extrema derecha, encabezadas por Fox News. Y como reacción surgieron medios del otro lado del espectro, destacadamente MSNBC, que dispararon la polarización. La decisión de la Suprema Corte de eliminar los topes de campañas en 2010, reforzó y facilitó que unas 100 familias controlen financieramente las elecciones hoy en día. Estas decisiones y tendencias explican la profunda polarización de los medios de comunicación, que arrastraron a sus audiencias y, a su vez, arrastraron al sistema político. Ya no hay más unos Estados Unidos, sino unos Estados DES Unidos y Trump lo está empeorando. Su presidencia es un síntoma de esa enfermedad social actual que se está acelerando y en su hundimiento nos arrastra a otros países y especialmente al nuestro. Pero tampoco debe ser motivo de desesperación para México. Estos son los ciclos de la historia. Los colapsos de unos son los nuevos comienzos de otros. Sean individuos, empresas, países o civilizaciones. Ascensos y descensos. Éxitos y fracasos. Finales y principios. Ejemplos en la historia hay muchos La isla de Pascua y la civilización Maya nos recuerdan que el resultado de su éxito fue su explosión demográfica, la cual a su vez provocó más tarde su colapso ambiental.

Haití y Paraguay fueron 2 países que destacaron por su prosperidad a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Hoy son tal vez los dos mas rezagados. ¿Por qué? porque el resultado de su impresionante éxito inicial, fue también un colapso provocado por las envidias y temores de sus vecinos. Esta ciclicidad está sucediendo hoy en los Estados Unidos. Ellos están llegando al término de su hegemonía y China está en ascenso como la potencial mundial del siglo XXI. Aquí se vislumbra una oportunidad para México.

EL MUNDO DE HOY

Como mencioné, el desarrollo no es lineal ni estático, sino es cíclico y cambiante. Ejemplifico. Europa fue UNA unidad política bajo Roma durante 1,000 años hasta el siglo V DC; al caer el imperio romano se pulverizó en 5,000 baronías aisladas durante otros 1,000 años; a partir del siglo XV empezó lentamente a re-compactarse, primero, en 500 reinos; después en 50 países; hasta regresar en 1993 a UNA sola Europa. Y todo este proceso tomó 15 siglos. La globalización tampoco es nueva, sino ha sido recurrente. El mundo ha vivido 4 globalizaciones: primera con Roma (durante aproximadamente un milenio); segunda, con los imperios árabes (durante más de un milenio); tercera, con el Imperio Británico (durante 2 siglos); y la actual Pax Americana, desde el colapso de la Unión Soviética en 1989 (hace apenas 3 décadas). Cuando la Guerra Fría terminó con el mundo bipolar, la carrera armamentista nuclear se tornó en una carrera económica y el mundo comenzó a aglutinarse en 3 grandes bloques: Asia Europa y América. China sola tiene 1,400 millones de personas (más de 3 veces la población de los EEUU), con una clase media que ya es más grande que la clase media estadunidense y que se está expandiendo rápidamente. La población en Europa y la región del TLCAN son de aproximadamente 500 millones cada una, un tercio de la de China. En términos de PIB (Producto Interno Bruto) cuando se ajusta por el costo de vida diferente entre países o PPP, EEUU es una economía de $18.5tdd; la Unión Europea actual de $20tdd; y China es aún más grande que ambos, con $23tdd. Sin embargo, si sumamos el PIB de México y Canadá de $4.5 tdd, hace que la región del TLCAN vuelva a ser la economía número uno en el mundo con poco más de $23 tdd en total, pero por poco tiempo. Esa fue la razón de ser del TLCAN y de la Unión Europea hace 25 años: tratar de mantener el equilibrio económico de los tres bloques de aquel entonces.

​​Por eso Obama, tan pronto tomó posesión, impulsó la Asociación Transpacífico (TPP) de 12 países, ante el creciente poderío económico chino, como una opción de fortalecer a los EEUU. Para México era una oportunidad de mejorar el TLCAN y convertirlo de una asociación de comercio a una asociación de producción. Trump tan pronto tomó posesión, lo abandonó y hoy está firmándose entre los restantes 11 países. Es el TPP menos 1. Todos, menos EEUU. Este error táctico de Trump, puede ser una oportunidad para México. Me explico y para ello entro al papel de México en el mundo.

EL PAPEL DE MÉXICO EN EL MUNDO

México tiene una ubicación geográfica privilegiada porque sirve de enlace, de puente, de conmutador, de vínculo, entre Anglo América y Latinoamérica. Ocupamos el lugar 9 en petróleo, 11 en población, 13 en extensión, 14 en economía, 16 en inversión extranjera. Aún más, si sumamos la producción de los mexicanos y sus empresas, tanto en México como en los Estados Unidos, nuestra economía ocuparía el lugar 6 del mundo, en vez del 14 México puede ser clave para el re-equilibrio económico mundial, si y solo si, lográramos tejer las alianzas necesarias entre las Américas Anglo y Latina. Es cierto que México y toda América Latina tenemos muchos problemas, en particular corrupción y un estado de derecho débil, basados en la más injusta distribución de riqueza del planeta. Pero recordemos que Inglaterra a finales del siglo XVIII estaba más o menos igual, si no es que peor. Junto a los problemas que mencioné, también es cierto que América Latina es la cuarta economía más grande del mundo y podríamos agregar $7 tdd al PIB regional y 500 millones de personas si creáramos el bloque económico de las Américas. Igualmente, los latinoamericanos constituimos la comunidad bicultural más grande de los EEUU: 55 m / Cierto, 1 de cada 10 son indocumentados, pero 9 de cada 10 no lo son. México puede ayudar a empoderar a la comunidad latina en EEUU, la cual tendría la mayor capacidad de cabildeo e influencia en la política americana para impulsar el bloque económico de las Américas. Pero antes, debemos proponérnoslo. La región ha enfrentado 4 veces iniciativas para construir la unión latinoamericana: 1. Bajo Simón Bolívar en 1819; 2. Bajo la Alianza para el Progreso de JFK en 1961; 3. Bajo el Área de Libre Comercio de las Américas de George W Bush en 2001; y 4. Últimamente bajo Obama Dos problemas en el siglo XX dificultaron la ampliación del bloque económico: uno, la expulsión de Cuba de la OEA; y dos, proponer un trato injusto.

Obama empezó a eliminar ambos obstáculos. La apertura de los EEUU a Cuba cambió el clima en la región y las negociaciones del TPP fueron los pasos hacia un acuerdo más justo. Está claro que Trump repudia el libre comercio y empezó ya una guerra de aranceles con China. Pero precisamente ello podría acelerar el colapso americano y abrir una ventana de oportunidad al continente, que se verá con mayor claridad a partir de la elección intermedia de los EEUU de noviembre del 2018. Adicionalmente, si el mundo sustituye el dólar americano por el yuan chino en las compras de petróleo, la base del sistema monetario internacional se empezaría a mover de EEUU a China y todo el orden internacional empezaría a ajustarse a la forma de hacer negocios de China. A México y América Latina en su conjunto nos convendría, para empezar, construir un conjunto de alianzas comerciales más equilibradas, lejos del modelo mexicano actual (que nos vincula en un 80% a los EEUU) y más cercano al modelo brasileño de aproximadamente 5 en torno al 20% cada uno con Asia, Europa, la región, los Estados Unidos y el resto del mundo.

¿Tienen México y América Latina la capacidad y el potencial para alcanzar estas metas?
Definitivamente si lo tienen.

FUTURO INMEDIATO

¿Qué nos urge hacer en México?

Primero, entender que la riqueza principal de un país está en su población, el recurso natural renovable más valioso. Segundo, tener muy claras las prioridades y los agentes sociales que nos lleven a liberar el potencial productivo de ese recurso humano, de las personas, que se ilustra en las repetidas historias de éxito de los migrantes latinoamericanos a los EEUU Un estudio de 120 países que publicó el Banco Mundial en 2006 titulado ¿Dónde está la Riqueza de las Naciones? y replicado este año puede ayudarnos a encontrar la respuesta. Ahí se analizan las tres fuentes de riqueza de las naciones: la natural, la producida y la intangible. La natural, que es la suma de todos los recursos naturales de un país, aporta en promedio un 9% de la riqueza; la producida, que es la suma de toda la actividad económica, aporta en promedio un 27%; y la intangible, aporta el 64% restante y es claramente la más importante, pero ¿qué es?. La riqueza intangible son los recursos humano y tiene dos componentes: uno, la calidad del sistema educativo, es decir, el sistema forjador de las capacidades del recurso humano (25%); y dos, la calidad del sistema legal, es decir, el forjador de las conductas del recurso humano (52%) y los dos agentes sociales para alcanzarlo son los abogados (como autores y operadores del sistema legal) y los maestros (como piezas clave del sistema educativo, no las escuelas, no los sindicatos, los maestros). Es importante recordar que existen tres y solo tres sistemas legales en el mundo hoy en día: el romano, el anglosajón y el islámico. Por sus características propias y sin proponérselo, facilitan o dificultan el funcionamiento de la economía de los países. El más hostil a la economía es el sistema Islámico; el más amigable, el anglosajón; y el sistema romano ocupa una posición intermedia.

Para terminar y, en síntesis, los 2 ejes centrales para el éxito del país son: legalidad (como sinónimo de cero-impunidad y cero-corrupción) y educación. Pero ambos no son un fin en sí mismos, son instrumentales. Pero ¿instrumentales para qué propósito? Innovar. Y se preguntarán: ¿Por qué para innovar? Porque ahí es donde los humanos depositamos nuestro potencial creativo que propulsa la economía y el bienestar. La innovación construyó los imperios modernos. Portugal, España y Holanda florecieron por los avances en la tecnología de punta de aquel entonces: la navegación. Inglaterra, por el vapor que disparó la revolución industrial. Estados Unidos por la electricidad y el petróleo que desplazaron al vapor. Todo ello se basó en la innovación, producto de la mente humana. Brillantes mentes sin duda. En una frase y con ello cierro: legalidad y educación para innovar. Ahí está el trinomio de las prioridades que debemos impulsar como país y como región: legalidad, educación e innovación.

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(Tuxpan, Veracruz, 1947) Es un académico y diplomático mexicano; embajador de México en los Estados Unidos de América (2015-2016). Licenciado en Derecho por la UNAM; Maestro en Administración Pública por la Universidad de Warwick (Inglaterra); y Doctor en Sociología Política por la London School of Economics. Ha sido catedrático en la Escuela de Derecho y Diplomacia Fletcher de la Universidad Tufts, en Boston desde 2008, donde también fue director del Programa de Reforma Judicial. Su carrera profesional se ha desarrollado en instituciones dedicadas a la investigación cuantitativa y de opinión pública, así como en cargos gubernamentales. Fue presidente de la Asociación Mundial para la Investigación de Opinión Pública (WAPOR); fue Director General de Evaluación de la Presidencia de la República (1980-82), Secretario Particular del Gobernador del Estado de México (1982-85), Procurador General de Justicia del Estado de México (1985-86) y Secretario Particular del Secretario de Energía (1986-88). Es autor y coautor de múltiples libros sobre opinión pública, valores y política, entre lo que destacan: La Lucha por la Hegemonía en México (Siglo XXI, 1981), El Pulso de los Sexenios (Siglo XXI, 1990), Convergencia en Norteamérica (Siglo XXI, 1994), Human Values and Beliefs: 1990 World Values Survey (University of Michigan, 1998), Human Beliefs and Values: 2000 World Values Survey (Siglo XXI, 2004) Values and Life Styles in Urban Asia (Siglo XXI, 2005), Uno de Dos, con Carmen Aristegui y Lorenzo Meyer (Random House, 2006); Changing Values and Beliefs in 85 Countries: Trends from the Values Surveys from 1981 to 2004, con L. Halman, R. Inglehart y otros (Brill, 2007); y Un Mundo de Tres Culturas: Honor, Éxito y Disfrute (Siglo XXI, 2016).