Tampico, 200 años

La población inicial sufrió varios ataques de los piratas, quienes robaron e incendiaron la villa en 1684 y 1738, por lo que, después de este último, abandonaron el sitio y se dispersaron por los alrededores.

Tampico de Tamaulipas se engalana con la conmemoración de sus 200 años de vida. Llegó a tener fama mundial, entre otras cosas, por ser el puerto donde se refinaba y exportaba el petróleo de la Huasteca, y durante su auge, a principios del siglo XX, llegó a tener más movimiento marítimo que la ciudad de Nueva York.  Posee en su centro histórico una semejanza de la arquitectura francesa de Nueva Orleans, está circundado por el mar, dos ríos y un sinnúmero de lagunas propicias para el paseo y la pesca de sus deliciosos peces y mariscos. Su gastronomía está reconocida a fama mundial y su gente es siempre amable y acogedora.

Se fundó el 12 de abril de 1823 por los habitantes de Altamira, Tamaulipas, quienes llegaron en carretas para trazar sus calles en la ribera del río Tamesí, que se une en su desembocadura con el río Pánuco, poco antes de fundirse ambos en el Golfo de México. Pero su vasta historia se inicia varios siglos antes, y es poco conocida.

Puerto de Tampico - Tampico, Tamaulipas (MX14221230440060)
Puerto de Tampico – Tampico, Tamaulipas 

El fraile franciscano Andrés de Olmos, en su labor evangelizadora de mediados del siglo XVI, comunicó al virrey don Luis de Velasco la necesidad de fundar una casa y monasterio en el sitio denominado Tampico “a una legua de la Barra de la Mar”.  Don Luis escribió al rey en 1554 para solicitar lo anterior y recibió su aprobación. Así se fundó la villa y misión de San Luis de Tampico junto a un pueblo de indios de raza teének o huasteca en el actual Ciudad Cuauhtémoc (municipio de Pueblo Viejo, Ver.) en la margen derecha del río Pánuco antes de su desembocadura. El rey lo autorizó, pidiendo que españoles residentes de Pánuco vinieran a poblarlo.

Esa primera villa sufrió muchas vicisitudes desde su inicio, ya que desde la ribera norte del río Pánuco los indios hostiles la amagaban de continuo, y los piratas extranjeros desde la costa marítima. La población inicial sufrió varios ataques de los piratas, quienes robaron e incendiaron la villa en 1684 y 1738, por lo que, después de este último, abandonaron el sitio y se dispersaron por los alrededores. Algunos pescadores se quedaron en el llamado después el Pueblo Viejo de Tampico; otros, junto con los frailes, se refugiaron en una joya (u hoya), y construyeron allí una pequeña iglesia y convento de adobes. Otros, en fin, se mudaron a unas lomas altas, como a once kilómetros más al sur, donde algunos residentes disfrutaban de una agradable brisa y vista al mar, llamada entonces Los Ranchos, y que albergaba al batallón de Pardos y Mulatos Libres que custodiaban la costa.

Gobierno del Estado de Tamaulipas
José de Escandón

A mediados del siglo XVIII, el coronel José de Escandón, conde de Sierra Gorda, inició la pacificación y colonización del territorio vecino del Nuevo Santander (hoy Tamaulipas), fundando, entre otras, la villa de Altamira en 1749. Como la población del antiguo Tampico se hallaba dispersa, tanto el virrey como el arzobispo de México solicitaron al coronel Escandón arreglase definitivamente el asunto. Se efectuó una votación sobre el nuevo sitio y en Los ranchos se refundó, el 15 de enero de 1754, la villa de San Luis de Tampico, “según reales ordenanzas”, que es la villa actualmente llamada Tampico el Alto, Veracruz.

Surgieron al poco tiempo las luchas por nuestra independencia, y por estar el camino de México a Veracruz atacado por las fuerzas insurgentes, el gobernador del Nuevo Santander (hoy Tamaulipas) ordenó que se abriera puerto en el Pueblo Viejo y se nombrara un administrador que percibiera las alcabalas. Por allí se exportaría la plata de Zacatecas hacia España. Lo anterior provocó un auge en la antigua villa, por lo que muchos de los habitantes de Tampico y Altamira regresaron de nuevo al Pueblo Viejo despoblando casi sus villas.

Tarjeta Postal: Plaza de la Libertad, Tampico,Tamaulipas."… | Flickr

Realizada nuestra independencia en 1821, México abrió sus puertas al extranjero, antes prohibidas, y el Pueblo Viejo pronto recibió decenas de extranjeros que querían lucrar con las riquezas de nuestro país. Mientras tanto, Altamira, con su comercio en recesión por el establecimiento de una Aduana Marítima en el Pueblo Viejo, en 1823, solicitó al Gral. Antonio López de Santa Anna (que a la sazón pasaba por allí combatiendo el imperio de Iturbide por el plan de Casa Mata), se fundara un puerto en la ribera norte del río, alegando que allí había existido un pueblo con anterioridad. Santa Anna, sin poseer la facultad de hacerlo, consintió la fundación, la que se   denominaría “Santa Anna de Tamaulipas” o “Santa Anna de Tampico”.

Es por demás decir que el sitio escogido era más saludable que el anterior, y se ofrecieron gratuitamente lotes de terreno y facilidades a los extranjeros que frecuentemente iban llegando a México, lo que la volvió una población heterogénea. Sin embargo, empezó la confusión de haber tres “Tampicos”: el Pueblo Viejo de Tampico (el primero), el refundado en 1754, que se empezó a nombrar como “Tampico el Alto”, ambas poblaciones en el estado de Veracruz y, por último, el Tampico Nuevo, o Tampico de las Tamaulipas.

Puente Manuel Romero Rubio - Tampico, Tamaulipas (MX14831051490341)

Las tres poblaciones han tenido altas y bajas en el transcurso de los siglos, han sufrido invasiones de indios, de piratas, de españoles (en su plan de reconquista de México en 1829), norteamericanos y franceses, y han salido triunfantes con la ayuda de Dios y de sus heroicos habitantes. Hoy es más conocido por su grande y hermosa población el Tampico de las Tamaulipas, quien festeja con alegría y fuegos artificiales su vida por los últimos doscientos años.

Felicidades, Tampico hermoso, y que sigan sus triunfos por el bien de nuestro querido México.

María Luisa Herrera Casasús, Tampico, Tam., 18 de abril de 2023.

María Luisa Herrera Casasús
María Luisa Herrera Casasús
Licenciada en historia de arte. Historiadora y escritora de los libros “Entorno mágico de la Huasteca”, “Raíces africanas en la población de Tamaulipas”, “Intento de colonización en la Sierra de Malinchen del actual territorio de Tamaulipas por don Benito Antonio de Castañeda, alcalde mayor de Pánuco y Tampico”, “Presencia y esclavitud del negro en la Huasteca” y “La colonización del noreste: Indios y encomenderos del siglo XVII”. Cronista de Tampico Alto. Colaboradora del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Desde 1980 es investigadora de la historia de la Huasteca durante la Colonia. En mayo de 2019 recibió la medalla Capitán Alonso de León en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
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