El pez león en los arrecifes del sur del Golfo de México

Las actividades de la población humana para atender sus necesidades así como los avances industriales y tecnológicos han ido modificando el ambiente.  Estos cambios se han hecho más evidentes a partir de la revolución industrial, acentuándose con el incremento de la población humana, el uso intensivo de combustibles fósiles, el movimiento de mercancías y el avance tecnológico.

Los bienes (alimentos, petróleo, minerales, etc.) y servicios (comunicación, transporte, etc.) se mueven desde los países de origen hacia los países consumidores, a través del comercio y el transporte. En este proceso, se genera una redistribución (no intencional) de las especies a nuevos ecosistemas, y éstas se catalogan como especies invasoras o no nativas. Dada la globalización del comercio, la industria y el transporte, cada vez son más frecuentes los registros de especies no nativas en localidades diferentes a su área de distribución natural. De acuerdo con la SEMARNAT, en México, hay un registro de más de 1000 especies no nativas (Semarnat, 2023).

La introducción o propagación de las especies no nativas se considera uno de las amenazas principales para la biodiversidad (Vilà et al., 2006), porque las nuevas especies incorporadas en un ecosistema, pueden generar una explosión poblacional debido a la ausencia de enemigos naturales que regulen su crecimiento.

En el ambiente marino, se ha producido una amplia dispersión, no intencional, de especies que han sido trasladadas (en su etapa larval o adulta) entre las aguas de lastre de los barcos y dentro de plataformas marinas, entre otros. Sí las condiciones del nuevo ambiente son favorables, las especies se establecen y se incorporan a la estructura y el funcionamiento ecosistémico, pudiendo acarrear daños ecológicos y económicos (Vilà et al., 2006; Vitousek et al., 1996).

Una de las especies introducidas en el ambiente marino más documentadas, es el pez león que fue registrado por primera vez en el Atlántico Occidental en 1985 (Schofield, 2009) y actualmente se distribuye tanto en ambientes someros (< 30m de profundidad) como mesofóticos (30 a 150 m de profundidad) e incluso en zonas con más de 300 m de profundidad. Geográficamente, el pez león se distribuye desde Carolina del Norte hasta las costas de Brazil, incluyendo el Caribe y el Golfo de México  (Andradi-Brown et al., 2017; Nuttall, 2014; Schofield, 2010). A partir de la notable abundancia, 393 ind/ha (individuos por hectárea) estimada en las Bahamas (Green y Côté, 2009) el pez león se advierte como un problema ecológico. Posteriormente, al estudiar sus atributos biológicos y ecológicos del pez león (alta tasa de reproducción, dispersión de sus larvas, amplia dieta alimenticia y ausencia de depredadores naturales), se categorizó como una amenaza para los ecosistemas arrecifales del Caribe y Golfo de México (Morris Jr., 2012), pronosticándose efectos en cascada que podrían modificar la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas regionales (Arias-González et al., 2011)). La calificación de “amenaza” para una especie, generalmente se basa en el juicio de una fuente experta que muchas veces carece de datos suficientes ((Wilcove et al., 1998), pero, ¿Que tan amenazante es el pez león para las comunidades arrecifales del sur del Golfo de Mexico? En esta región, existen más de 100 formaciones arrecifales (Ortiz-Lozano et al., 2021) que están conectadas ecológicamente por las corrientes marinas y los primeros registros de pez león en sus localidades, ocurrieron entre 2009 (arrecife Alacranes, (Aguilar-Perera y Tuz-Sulub, 2010) y 2012 (arrecifes de Veracruz (Santander-Monsalvo et al., 2012). Actualmente, existen registros de pez león en todos los estados mexicanos costeros del Golfo de México. Los estudios efectuados en las zonas someras (<30 m) de los arrecifes del sur del Golfo de México entre 2012 y 2018, indican que el pez león se puede catalogar como una especie rara (cuando se observa un espécimen durante una expedición) hasta ocasional (cuando se observan hasta 20 peces león durante la expedición). En estos estudios se expone que, la abundancia del pez león es variable entre las localidades del sur del Golfo de México, tal como ha sido documentado en otras parte del mundo (Kulbicki et al., 2012) y de acuerdo con los trabajos revisados, el pez león, al menos en zonas someras (<30m), no es tan abundante como se ha difundido especialmente en los medios periodísticos. Únicamente en las zonas de 30 a 45 m del arrecife Alacranes se ha reportado una densidad de 300 a 400 ind/ha (Aguilar-Perera et al., 2017). Siguiendo la clasificación publicada por Sabido Itza y García Rivas (2019), los valores de densidad estimados en la mayoría de los arrecifes del sur del Golfo de México son bajos (menor a 100 ind/ ha), en muy pocos casos es intermedios (entre 101 y 200 ind/ha) y únicamente en las zonas profundas del arrecife Alacranes son altos (>200 ind/ha).

Por eso, en el sentido estricto de palabra, es aventurado catalogar al pez león como amenaza para los arrecifes del sur del Golfo de México, pero queda muy claro qué, se requieren más estudios científicos sobre la estructura poblacional del pez león en cada localidad y sus efectos sobre las comunidades, lo cual permitirá conocer la evolución de su población. Por otro lado, es necesario estudiar la función que desempeña el pez león dentro de estos ecosistemas, documentando sus ventajas y desventajas. A partir de esos resultados, se podrá dimensionar con mayor certeza, el problema que representa la incorporación de esta especie a los ecosistemas regionales.


Referencias

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  • Aguilar-Perera, A., & Tuz-Sulub, A. (2010). Non-native, invasive red lionfish (Pterois volitans [Linnaeus, 1758]: Scorpaenidae), is first recorded in the southern Gulf of Mexico, off the northern Yucatan Peninsula, Mexico. Aquatic Invasions, 5(Supplement 1), S9–S12. https://doi.org/10.3391/ai.2010.5.S1.003
  • Andradi-Brown, D. A., Vermeij, M. J. A., Slattery, M., Lesser, M., Bejarano, I., Appeldoorn, R., Goodbody-Gringley, G., Chequer, A. D., Pitt, J. M., Eddy, C., Smith, S. R., Brokovich, E., Pinheiro, H. T., Jessup, M. E., Shepherd, B., Rocha, L. A., Curtis-Quick, J., Eyal, G., Noyes, T. J., … Exton, D. A. (2017). Large-scale invasion of western Atlantic mesophotic reefs by lionfish potentially undermines culling-based management. Biological Invasions, 19(3), 939–954. https://doi.org/10.1007/s10530-016-1358-0
  • Arias-González, J. E., González-Gándara, C., Luis Cabrera, J., & Christensen, V. (2011). Predicted impact of the invasive lionfish Pterois volitans on the food web of a Caribbean coral reef. Environmental Research, 111(7), 917–925. https://doi.org/10.1016/j.envres.2011.07.008
  • Green, S. J., & Côté, I. M. (2009). Record densities of Indo-Pacific lionfish on Bahamian coral reefs. Coral Reefs, 28(1), 107–107. https://doi.org/10.1007/s00338-008-0446-8
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Facultad de Biología Universidad Veracruzana 1975-1980 Maestría Centro de Investigaciones Marinas Universidad de la Habana. 1994-1996 Disciplina: Biología Marina Fecha de examen: 18 de julio de 1996 DOCTORADO Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN Unidad Mérida. 1997-2001 Disciplina: Ciencias Marinas Fecha de examen: 24 de septiembre de 2001 Profesor de tiempo completo Titular Director de la Facultad de Biología durante el periodo octubre 1991-noviembre 1994 Jefe de la Carrera de Biología de abril de 2004 a enero de 2009.Ha publicado 35 artículos sobre los ecosistemas marinos y su diversidad biológica. Ha participado en congresos nacionales e internacionales con 34 ponencias sobre comunidades ligadas a: lagunas costeras y arrecifes de coral. Ha dirigido más de 50 tesis de licenciatura y maestría Es Miembro de la Sociedad Mexicana de Arrecifes Coralinos y de la Red temática del CONACYT: Ecosistemas Cuenta con el Reconocimiento a perfil PROMEP 2004, 2007, 2010 y 2013, es Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I (enero 2014-diciembre 2017) y en 2011 obtuvo el Premio al Decano en la Universidad Veracruzana por su trayectoria académica.