Tuxpan ante los huracanes categoría 3, 4 y 5: Prepararse para lo peor, para que no suceda

El 1 de junio empieza temporada de huracanes en el Golfo de México cambio climático obliga a replantear planes de emergencia.

Tuxpan, un pueblo con mucha historia en la huasteca, que ha soñado por décadas con su grandeza, la que a pesar de la Autopista México-Tuxpan no se ha podido concretar, se pudiera quedar soñando si un huracán categoría  3, 4 o 5 en la escala Simpson llegara a azotar por estás costas, la noche de terror que causó Otis, en Acapulco, la ciudad y puerto emblemática por mucho tiempo del turismo nacional, se pudiera replicar en la región de Tuxpan.

Si no se toman a tiempo las medidas preventivas necesarias, las estrategias de salvamento y rescate en caso de impacto, y de recuperación y reconstrucción inmediata; esto es prepararse para lo peor, para que no suceda.

La región de Tuxpan está ubicada en la línea directa que año, con año, siguen los huracanes que vienen del Mar Caribe y África, forma parte de una de las zonas  de ciclo génesis más activa del planeta, por lo que es una de las regiones del país, donde la academia, los centros de estudio avanzado de estas perturbaciones atmosféricas y los sectores públicos y privados, deberían preparar una mejor respuesta a cualquier posibilidad de que impacte un huracán de categoría 3, 4 o 5 en estas latitudes de la huasteca veracruzana.

La temporada de lluvias, ciclones y huracanes en el Océano Pacífico empezó el 15 de mayo, mientras en el Atlántico que integra al Golfo de México iniciará el próximo 1 de junio, los pronósticos de meteorólogos como Federico Acevedo afirman que al menos habrá 23 huracanes en el Atlántico y 12 para el Pacífico, de los que detalla que en el Atlántico norte llegarán entre 11 y 12 tormentas tropicales, entre 5 y 6 huracanes categorías 1 y 2, y entre 4 y 5 huracanes categoría 3, 4 y 5.

Del lado del pacífico oriental se considera el desarrollo de 15 a 18 ciclones, de los cuales entre 8 y 9 serían tormentas tropicales y de 4 a 5 serían ciclones categorías 1, 2 , 3 a 4, consideró el investigador.

Se debe de trabajar con anticipación a la preparación de alertas tempranas, medidas preventivas, sistema de movilización masiva inmediata ante emergencias, como también para las estrategias para un plan oportuno de auxilio a damnificados, atención a lesionados, rescate en zonas rurales, y  un plan de reconstrucción y restablecimientos de servicios como la energía eléctrica y el agua potable en el menor tiempo posible.

La autorización de fracciones o unidades habitacionales en zonas bajas o inundables, así como en las faldas o laderas de cerros, se debe legislar para que quede tipificado como delito, porque constituye una verdadera negligencia criminal, el que por componendas económicas, se autoricen permisos de construcción, donde debe estar prohibido, como ha ocurrido en el pasado reciente en Tuxpan.

No se puede andar por ahí, con el portafolio de permisos de construcción lleno, para canjearlo por dinero, sin el menor sentido de responsabilidad.

No se puede dejar libre ante las diversas fuerzas del mercado, el destino de miles de tuxpeños, rompiendo con lo fundamental en cualquier plan de desarrollo del mundo, el ordenamiento urbano y sub urbano hacia un desarrollo sostenible y sostenido, no se pueden cambiar los usos de suelo, para favorecer intereses económicos, condenado el futuro muchos de sus habitantes.

El desastre ocasionado por Otis es una advertencia a tiempo a los sectores militar y naval, al sistema municipal y estatal de protección civil, para implementar un verdadero plan de emergencia en caso de azote de huracán.

Tuxpan es un punto de seguridad nacional por la energía eléctrica que produce y los millones de metros cúbicos de gasolina que almacena o reenvía.

En Tuxpan se le ha perdido el respeto a los huracanes, como generalmente azotan huracanes tipo 1, y muchas veces se desvían antes de tocar tierra por este puerto, los tuxpeños piensan que todo será igual siempre y no se preparan como se debiera; craso error.

Los huracanes que del Caribe buscan el norte del Golfo de México, por los meses de septiembre y octubre son detenidos en una línea de vaguada por los frentes fríos que bajan del polo norte, y como los huracanes buscan el agua caliente para desarrollarse, la presión los empuja buscar agua caliente y es así como impactan en esta región

En 1999 las derivaciones tan solo de una tormenta tropical, generó un desastre en Tuxpan y la costa norveracruzana, está población quedó inundada e incomunicada por tierra, las carreteras y puentes, destruidos, muchas ciudades y comunidades rurales de la zona, bajo el agua.

Un huracán de alta categoría, sería un desastre de muy grandes proporciones, para lo cual no estamos preparados.

La SEDENA y SEMAR tienen la maquinaria y el equipo humano necesario para generar una respuesta rápida ante una emergencia de esta magnitud, siempre y cuando tengan previsto un plan de acción para un siniestro de altas proporciones, el gobierno municipal y el gobierno del estado desde el inicio del temporal observan y le dan seguimiento a las perturbaciones atmosféricas desde que se inician, no deben perder de vista nunca a la fiera.

Print Friendly, PDF & Email