Huerto Roma Verde: un Jardín de la Esperanza

Desde la Ciudad de México, en el corazón de lo que fue Tenochtitlán, estamos contribuyendo a que estas células de resiliencia socio-ambiental comiencen a ser parte de este micelio bio-social regenerativo.

¿Cómo no hablar de construir utopías posibles en un mundo cada vez más distópico? La oportunidad sugiere soñar en cómo podemos tejer un mundo más justo y equitativo, donde sea la empatía y no la competencia lo que permita el andar de la humanidad.

Tenemos a nuestro alcance todo el conocimiento posible para lograrlo, tan sólo debemos quitarnos la gran loza del racionalismo imperante que nos limita ver más allá de la soberbia con la que interactuamos entre nosotros y la naturaleza. El desarraigo con la tierra es al fin de cuentas la pérdida del vínculo con la madre tierra, arraigarnos de nueva cuenta al entendimiento de la red ecosistémica es reencontrarnos con la utopía posible que habita en nuestros corazones.

Por todos los rincones del planeta hay un despertar de esperanza, más allá de la cruda realidad que vivimos y que se traduce en guerras, explotación de personas y animales, extractivismo y contaminación galopante, hambre, esclavismo y desigualdad, hay un espíritu silente que comienza a caminar en la consciencia de muchas personas que están tejiendo redes solidarias de intercambio, construyendo ecoaldeas, participando en procesos comunitarios, floreciendo el sagrado femenino, invitando a la rebeldía consciente a miles y miles de jóvenes que hoy se unen al canto de la tierra. Este espíritu camina en la consciencia de los pueblos originarios que han resistido el embate de la ambición para preservar un conocimiento que hoy comienza a emerger y enraizarse en el sentir pensar de las nuevas generaciones que harán posible que las utopías florezcan.

Desde la Ciudad de México, en el corazón de lo que fue Tenochtitlán, estamos contribuyendo a que estas células de resiliencia socio-ambiental comiencen a ser parte de este micelio bio-social regenerativo. Huerto Roma Verde es un pequeño oasis que emplea la Permacultura y el Conocimiento de Pueblos Originarios y se nutre de la Biología Social y el Conocimiento Intuitivo para generar comunidades conscientes que colaboran con sus entornos locales para reducir nuestra huella y crear modelos regenerativos que trabajen a favor de la tierra y no en su contra.

Necesitamos generar en las ciudades espacios que nos vinculen con la tierra, que sean capaces de fomentar la autogestión de alimentos agroecológicos, mostrarnos el poder sanador de las plantas y la capacidad que materiales naturales locales y reciclados nos brindan para diseñar nuestra habitabilidad y así co-crear una comunidad capaz de tejer relaciones inclusivas que fomenten el crecimiento sostenible en sus entornos locales. Son Jardines de la Esperanza, como los señala Vandana Shiva, pues en ellos se promueve un sentir-pensar que se nutre desde el entendimiento que emerge desde la comprensión sistémica y por lo tanto permite que la empatía comience a despertar en el corazón de quienes viven esta interconexión.

Cobijados en la Visión Sistémica hemos diseñado un proceso que denominamos Paradigma Bio-Sistémico y que se representa a través de un Hikuri regenerativo de siete gajos, el cual se convierte en un lente a través del cual podemos trabajar distintos proyectos. Es nuestro microscopio pero a la vez nuestro telescopio con el que miramos a través de los distintos fenómenos bio sociales que distinguimos: Entropía, Resiliencia, Autopoiesis y Sintropía con la finalidad de establecer un proceso de regeneración socio-ambiental que atienda y reconozca los valores bio-culturales y ecosistémicos con la finalidad de fomentar comunidades integradas a sus entornos locales.

Al igual que la flor de la permacultura el hikuri regenerativo tiene siete ejes que tocan todo aquello que involucra al ser humano en su estar aquí, presentes en la tierra, en cómo interactuamos con ella y con la comunidad.

Comenzamos con el gajo de Organización Social, donde analizamos los distintos esquemas de participación social a efecto de imaginarnos un pacto eco-social que permita moldear nuevas estructuras sociales, económicas y políticas; después está el gajo de Integración Ambiental, a través del cual nos vinculamos con la tierra y los animales para generar esquemas de alimentación sana y libres de crueldad, regenerando suelos y limpiando agua; continúa el gajo de Salud Esencial, donde vemos técnicas de salud alternativa, trabajando de cerca con la herbolaria y plantas de poder; sigue Habitabilidad Sostenible, donde entendemos el entorno y diseñamos una habitabilidad que reconoce el flujo de los elementos, empleando materiales naturales y reciclados; posteriormente están las Tecnologías Adecuadas, que son aquellas que nos permiten disminuir nuestra huella hídrica y de carbono mediante la implementación de ecotecnias y apps comunitarias; sigue Economía Bio-Social que busca el intercambio justo de bienes y servicios que trabajen a favor de la vida, procurando el fomento de cooperativas y monedas alternativas y, por último el gajo de Cultura Resiliente que no es más que abrigar cualquier manifestación cultural o artística que ayude a fomentar los valores que trabajan a favor de lo sublime y del intercambio colectivo de saberes. Por ello decimos que cuando el Paradigma Bio-Sistémico trabaja, lo hace para generar el Bien Común.

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Este Paradigma Bio-Sistémico pretende ayudar a generar procesos que ayuden a quienes desean experimentar modelos alternativos de organización, producción, transformación y distribución de bienes y servicios que alientan una nueva manera de autogestionarnos como comunidades responsables con la madre tierra. Por ello, en el Huerto Roma Verde hemos aplicado cada uno de estos 7 gajos de manera tal que quienes conocen el proyecto pueden ver reflejada la visión sistémica en casos prácticos, haciendo que las teorías se traduzcan en acciones que impactan de manera positiva nuestra realidad local. El Huerto hoy procesa el 100% de sus desechos orgánicos a través de diversos sistemas de compostaje, generando bio-fertilizantes que usamos para regenerar suelos locales; no hacemos descargas al drenaje, pues utilizamos biodigestores que producen biogas que empleamos para cocinar alimentos o calentar agua; tenemos un centro de Reciclaje Comunitario que recibe 3 veces a la semana residuos orgánicos y sólidos de nuestra comunidad cercana, además de procesar y transformar algunos plásticos de manera local para producir mobiliario o enseres, evitando así que más plásticos continúen su periplo hacia tiraderos en cielo abierto o lleguen a los océanos. También tenemos un centro de salud alternativa donde se dan terapias diversas y somos un callpulli certificado donde damos temazcal y medicina con plantas sagradas. El Huerto organiza, asimismo, una multitud de mercados locales que alientan a productores a vender de manera directa sus productos y servicios, siendo sede de múltiples actividades cívicas, recreativas, culturales y artísticas. Estamos también trabajando para desconectarnos 100% de la red de agua potable al lograr tener cisternas de captación de agua de lluvia que nos permitirá en breve no impactar la red hídrica de la Ciudad de México y, quizá hasta contribuir en darle a vecinos agua de lluvia en momentos de sequía. Por último, estamos trabajando en introducir paneles solares para desconectarnos poco a poco de la red centralizada de energía. El Huerto es un faro de rebeldía contra el modelo neoliberal, que diluye comunidades. Por eso decimos que sin Justicia Ambiental no puede haber Justicia Social.

Para saber más:

https://www.elsoldemexico.com.mx/cultura/gastronomia/huerto-roma-verde-un-espacio-en-la-ciudad-dedicado-a-la-naturaleza-4168869.html

https://www.facebook.com/watch/?v=988281984971315

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Paco Ayala
(CDMX, 1967) Activista socioambiental que dejó el derecho para convertirse en hojalatero social. Trabaja en el tercer sector, donde ha colaborado en múltiples proyectos culturales y ambientales. | Fundador de La Cuadra A.C., espacio de hiperlocalismo que fomenta la permacultura. Fundador de Huerto Roma Verde, Laboratorio Bio-Social que es un espacio de Regeneración Socioambiental que es hoy uno de los Centros de Innovación Ciudadana más reconocidos de la ciudad. Co-Fundador del Consejo Nacional de Mezcales Campesinos (Conamezca), Fundador de Bajo Circuito, Multiforo Cultural Alternativo. Dirige Barrio Unido A.C. asociación comunitaria. Forma parte de Extinction Rebellion México. | Miembro del Consejo Editorial de Grupo Reforma 2018 y EcoFest. Ha obtenido reconocimientos por su actividad socioambiental de Instituciones Académicas, como la Universidad Anáhuac, la Presea “Arturo Carrasco Bretón” por la Fundación Romel A.C. y el Doctorado Honoris Causa en Desarrollo Comunitario otorgado por el Colegio Superior de Intermediación Pública, ha participado en el Lincoln Global Exchange en Lincoln Center, NY, en Smart Cities, en EarthX y en diversos seminarios sobre temas socioambientales; es parte de la comunidad internacional de Active Citizens, ha sido también seleccionado por la comunidad MECATE del Tecnológico de Monterrey.